Y dale con las «alertas»…


Alertas en Guatemala hay para todos los gustos y colores, hay rojas, amarillas, naranjas, etc. Sean de Conred, Empresa Eléctrica, hospitales nacionales, policí­as y tantas entidades más. No se quién las inventó, pero de lo que sí­ estoy bien seguro es que se repiten durante todo el año por la radio, la televisión, la prensa escrita y solo falta que un dí­a de estos, nos aparezca en una de tantas gigantes vallas que impiden la vista de nuestros bellos paisajes y hasta distraen peligrosamente a los conductores. En esta época del año no podí­a ser la excepción. Recién pasamos las alertas por las fiestas navideñas y ahora abundan las de fin de año y dentro de poco vendrán las de la Semana Santa, en fin, aunque de poco sirvan, ahí­ están las alertas, lo que incluye un cúmulo de recomendaciones que por lo visto la gente lee o escucha pero le viene del norte su cumplimiento.

Francisco Cáceres Barrios

A muchos nos tienen hasta el copete las alertas de hospitales que aseguran elevar sus programas multicolores, mejorando la dotación extraordinaria de medicinas, de personal, equipo e instrumentos para atender invariablemente a quienes soliciten de sus servicios las 24 horas del dí­a. Como por naturaleza soy preguntón, aquí­ les va la primera: ¿no es gorda obligación constitucional del Estado prestar ese servicio, a toda hora y en todo lugar? Con la policí­a sucede lo mismo, de ahí­ que vaya la segunda: ¿para qué se puso por escrito que el Estado debe velar por la seguridad de sus habitantes, si por fuerza hay que decir que hay para fin de año una catizumbada de agentes con los ojotes abiertos para que todo el dí­a y la noche se pasan velando para que a usted no le roben la cartera, el celular o el pichirilo y que si acaso necesitara del auxilio de esa institución mejor serí­a tener a mano los números telefónicos de la estación que le quede más cerca, porque si lo hace al 110 ese número se mantiene muy congestionado?. ¡Vaya contradicción Dios mí­o!

Y va la tercera: ¿los guatemaltecos se habrán imaginado qué ocurrirí­a si los bomberos fueran una entidad totalmente dependiente del Estado? Pues con ellos no importa la divisa, sean los verdes municipales o los colorados voluntarios, siempre se han distinguido como magní­ficos servidores de la población sin que tengan que apelar a las alertas, a costosas campañas publicitarias o al populismo barato que las autoridades emplean constantemente y de lo que nos tienen hasta el copete, ya fueran de cualquier tendencia polí­tica del centro, de la derecha o de la izquierda. De ahí­ que mi especial petición para todos los estimados lectores, sea atender las recomendaciones de los bomberos para evitar accidentes y prevenir desastres durante estos dí­as de fin de año, aprovechando esta valiosa oportunidad para enviarles mis mejores deseos de salud, bienestar y prosperidad para el año venidero.