Otra narcomatanza, y mientras el narcotráfico siga siendo un negociazo y mientras no haya gentes inteligentes que lo combatan con inteligencia, esas matanzas seguirán acaeciendo cada día con más frecuencia.
Aquellos que recogen la droga en escondidas playas gringas y de ahí la transportan y distribuyen dentro de sus ciudades… ¿no son también parte importante del narcotráfico? Ese narcotráfico funciona en territorio gringo, pero allí no ocurren narcomatanzas. Los gringos combaten el narcotráfico mediante la aplicación de la fuerza bruta, pero, únicamente en territorios latinoamericanos.
Son enormes las cantidades de droga que consume el pueblo norteamericano que tiene dinero para pagarla muy bien y probablemente son muchas las puertas en las fronteras, son muchas las playas y las pistas clandestinas donde la droga es desembarcada. ¿Por qué no se sabe de decomisos de grandes cantidades de droga en alguna playa gringa y de la captura de los capos que la reciben?
Urge enfocar la lucha contra la droga de una manera diferente e inteligente.
Por una parte el bien intencionado e inteligente gobierno estadounidense deberá permitir a su pueblo, sembrar marihuana y coca dentro de su propio territorio para así ya no tener que importarla de Colombia, lo cual reducirá significativamente el precio de la droga, porque ya no se necesitará traficarla.
Por otra parte, ¿por qué los gringos no combaten el desorbitado consumo de parte de sus juventudes? Es entonces que uno se siente obligado a reclamar al vecino país del norte, ya que con sus ilimitadas compras y consumo son quienes más promocionan ese negocio.
Por lo tanto es lógico nuevamente insistir en que el mejor y más efectivo combate se hará cuando, por una parte los gobiernos legalicen la producción, el tráfico, la distribución y la venta de la droga y que, por la otra, y muy importante que el pueblo gringo acabe con ese vicioso consumo. Urge hacérselos ver.
Es lógico asumir que la liberación de la droga requerirá que la familia se sienta obligada y se responsabilice de los hijos. ¡!A los padres nos toca ese especialmente delicado encargo¡¡: ¡!Hijo? no la pruebes¡¡
Se precisará de un muy muy inteligente y valiente movimiento que deberá hacer sentir, en todos, en absolutamente todos, la necesidad y deseo de involucrarse.
¿Tiene usted, estimado lector ideas claras al respecto de la liberación de la droga? ¿Cree usted que Guatemala deberá ser la primera en promocionar la legalización de la droga? ¿Qué piensa usted al respecto de los sembradillos de amapola en el departamento de San Marcos? ¿Y qué piensa de su papel como padre para que sus hijos no la prueben?
«Carlos, hazme caso» me dice la Lila mi mujer, «esa tu necia insistencia es una inocentada y vas a ver que ni uno solo entre los gobiernos latinos desde México hasta Colombia le prestará atención. Ninguno va a tener la claridad de ideas ni los pantalones para acusar a los consumidores gringos de ser ellos los máximos responsables del narcotráfico, y los papás tienen miedo».
«Gentes como los Cardenales Quezada Toruño y Maradiaga el hondureño, muchachos inteligentes y valientes, de repente se sienten motivados y de repente en una de sus homilías le plantean el problema a Barack Obama y a los presidentes desde México y hasta Colombia. Talvez por ahí se puede», me dijo la Lila.