Participación masiva en elecciones


Los votantes de Bangladesh durante las elecciones legislativas de hoy.  FOTO LA HORA:  AFP Munir uz ZAMAN

Pese al «entumecimiento» democrático de siete años, Bangladesh se volvó hoy a las urnas.


Decenas de millones de bangladesí­es votaron hoy en las primeras elecciones legislativas desde 2001, unos comicios que deben sellar la vuelta a la democracia tras dos años de estado de excepción.

Los comicios, cuyos resultados se esperan después de las 18H00 GMT, volvieron a resumirse en un pulso entre dos mujeres que monopolizan desde hace cerca de 20 años la vida polí­tica de este paí­s musulmán laico y pobre de 144 millones de habitantes, de los que 81 millones estaban convocados a las urnas.

«Las elecciones se han desarrollado dentro de un ambiente muy pací­fico y festivo. La tasa de participación es muy elevada», quizá el 70%, declaró el secretario de la comisión electoral, Humayun Kabir, al anunciar el cierre de los 35 mil colegios electorales.

Ningún analista se aventuraba a pronosticar cuál de las dos sexagenarias se alzará con la victoria.

Las dos grandes candidatas fueron sucesivamente primera ministra y opositora entre 1991 y finales de 2006. Una de ellas es Jaleda Zia, lí­der del Partido Nacionalista de Bangladesh (derecha), quien aseguró que iba a «ganar ampliamente». La otra es su gran rival Hasina Wajed, presidenta de la Liga Awami (formación laica de centro izquierda).

Ambas son herederas de dinastí­as polí­ticas: Jaleda Zia es la viuda de un presidente asesinado en 1981 por los militares, Ziaur Rahman, y Hasina Wajed es la hija del jeque Mujibur Rahman, asesinado en 1975 también por el ejército, cuando era el primer presidente del recién creado Estado.

Para seducir al electorado, las dos candidatas se han comprometido a solucionar todos los problemas del paí­s: las crisis alimentaria y financiera, la corrupción y hasta la amenaza «terrorista» islamista.

Pero las dos mujeres, que se odian, están perseguidas por la justicia desde 2007 por presuntos sobornos y malversaciones de fondos. El gobierno interino, apoyado por el ejército, intentó enviarlas al exilio en abril de 2007, aunque luego las encarceló durante un año. Finalmente fueron puestas en libertad bajo fianza en el verano (boreal) para poder participar en las legislativas.

A la incertidumbre de los resultados se une el hecho de que un tercio de los electores votaba por primera vez, bajo la vigilancia de 200.000 observadores, 2.500 de ellos extranjeros.

Dacca ha prometido «las elecciones más regulares de la historia del paí­s».

Precisamente las acusaciones de fraude electoral hundieron a Bangladesh desde octubre de 2006 en un caos polí­tico, que se saldó con la muerte de 35 personas en manifestaciones.

Las fuerzas armadas, acostumbradas a intervenir en polí­tica, entraron en escena y persuadieron al presidente de la República, Iajudin Ahmed, para que impusiera el estado de emergencia el 11 de enero de 2007 y anulara las elecciones legislativas previstas diez dí­as más tarde.

El gobierno interino de tecnócratas entonces designado efectuó durante los dos años que ha durado el estado de excepción una gran purga anticorrupción, interrogando a 10.000 personas y encarcelando a 150 ex ministros, empresarios y altos funcionarios.