En principio, deseo agradecer a Dios la oportunidad que me brindó este año para expresarme por medio LA HORA; es un canal de comunicación que se me brindó desde hace ya casi 20 años, durante los mismos, traté de ser objetivo, imparcial, verídico y sobre todo, respetuoso en la expresión de mis opiniones.
Agradezco a Dios también, llegar con vida a saludar el año 2009; porque después de haber vivido los años más negros de la historia de Guatemala, es decir, la tiranía de los gobiernos militares y de gobiernos civiles abyectos disfrazados de «empresarios»; el terrorismo de Estado impuesto por ineptos gobernantes y sus equipos de adláteres y ladrones, materializados en la persecución y el secuestro, es procedente agradecerlo.
Gracias a todas aquellas personas que de una u otra forma hicieron conocer sus anhelos, desgracias, quejas y posibles soluciones a los diferentes problemas de la vida diaria, es decir, que llegaran a conocimiento de quienes pudieron haber tomado decisiones técnicas y administrativas para corregir errores o enmendar conductas lesivas a la sociedad.
Gracias a todas aquellas personas que ya no están presentes de forma física, porque durante su vida terrenal tuve el honor de conocerlas y de compartir sus vidas; en las buenas y en las malas; en especial, recuerdo a los licenciados José Antonio Iglesias Bailón, Hugo Fernando Figueroa Mazariegos, a mi amigo Vicente Estrada Sum entre otros.
Agradezco a todos el tiempo que tuvieron para compartirme sus pensamientos vertidos en la página web de LA HORA y en el correo electrónico; no es posible, por este medio, quedar bien con tod@s l@s lector@s, hay diferencias de criterio y opiniones respecto de los temas expuestos; algunos mostrando identificación de ideas, otros, con críticas y conceptos fuera de lugar.
En síntesis: lo anterior me compromete para seguir con la tarea de ser la voz de miles y miles de personas que por medio de mis editoriales, comentarios y/o artículos en LA HORA, dejan saber a la sociedad sus intereses y anhelos.
Hoy manifiesto mi agradecimiento a Don í“scar Marroquín Rojas, el maestro que me enseñó a conocer algunos interiores de la vida periodística; al licenciado í“scar Clemente Marroquín Godoy, director de LA HORA por ser el amigo consecuente, orientador y respetuoso de la libre expresión; a secretarias y laborantes de este rotativo, quienes con su trabajo contribuyen también, al desarrollo del país.
Gracias a todos mis ex catedráticos de las Universidades San Carlos y Francisco Marroquín; al maestro de la jurisprudencia licenciado Alfonso Ernesto Ordóñez Fétzer, a l@s amig@s quienes a través de los años, el tiempo y la distancia permanecen en nuestro pensamiento. Mis mejores deseos por un año 2009 con TRABAJO, SALUD y BIENESTAR FAMILIAR.