Familia, pavo y compras: así festeja hoy Estados Unidos el Día de Acción de Gracias, la fiesta más popular del país, que celebra una comida compartida en el siglo XVII entre los primeros colonos y los nativos.
«Thanksgiving», por lejos la fiesta familiar más celebrada en Estados Unidos, genera un movimiento excepcional en todo el país para reunir a padres, hijos, hermanos, tíos y demás parientes en torno al tradicional pavo.
El día, que conmemora una óptima cosecha de 1621 que reunió en una misma mesa a colonos e indígenas, fue declarado fiesta nacional el cuarto jueves de noviembre por el presidente Abraham Lincoln en 1863.
Más de 38 millones de estadounidenses se desplazan para ese fin de semana largo, que suele ser el más atestado en los aeropuertos y carreteras del país.
Si se extiende el período de fiestas a 12 días, del 17 de noviembre al 28 de noviembre, 25 millones de estadounidenses, dos millones por día, toman aviones, sin sentirse desalentados por las draconianas medidas de seguridad en los aeropuertos.
«El Día de Acción de Gracias es verdaderamente el momento de la reunión familiar y es ante todo en torno a una comida», explica Leslie Reinhard, con los brazos cargados con un enorme pavo que acaba de comprar tras una espera de una hora y media en un mercado de granjeros en Washington.
El menú típico de la cena de Acción de Gracias incluye un pavo relleno y una salsa de arándanos -una baya roja y ácida-, acompañada de batatas dulces, maíz y una tarta de calabaza.
Para el acontecimiento, unos 45 millones de los 265 millones de pavos criados en 2006 en Estados Unidos terminan en la mesa familiar. Este año se espera que las ventas de pavos superen los 3.200 millones de dólares alcanzados en 2005, sin contar las aves importadas desde Canadá para la ocasión, por valor de unos 5.700 millones de dólares.
Además, se completa la producción interna de batatas dulces (800 millones de kilos) con importaciones de República Dominicana.
El Día de Acción de Gracias representa también el inicio de la temporada de compras para las fiestas de fin de año. Después de la famosa cena del jueves viene el «Black Friday» o «Viernes negro», que describe el caos en los centros comerciales, donde miles de personas buscan los saldos o las mejores promociones del año.
«El Viernes negro no es día más importante del año en términos de ventas, ése es el sábado antes de Navidad. Pero en cuanto al tráfico en las tiendas, ciertamente lo es», sostiene Ellen Davis, portavoz de la Federación nacional de la distribución. Este viernes se espera que unos 137 millones de consumidores visiten los centros comerciales.
Este año, por primera vez, varias tiendas abrirán sus puertas a medianoche. «Esperamos grandes ventas en juguetes y electrónica», indicó la Federación.
Como es costumbre desde Abraham Lincoln, el presidente de Estados Unidos perdonó la vida de dos pavos el miércoles. En los jardines de la Casa Blanca, George W. Bush salvó del cuchillo a «Flyer» y a «Fryer». Los dos pavos desfilarán en el desfile anual del Día de Acción de Gracias en Disneylandia.