La UMP, partido de derecha en el poder en Francia, se esfuerza en limar asperezas entre sus líderes de cara a las elecciones presidenciales de 2007, mientras aguarda la más que anunciada candidatura del presidente de la formación, Nicolas Sarkozy, quien sueña con convertirse en jefe de Estado el próximo mayo.
El partido elegirá a su candidato para las elecciones de abril y mayo de 2007 en un congreso que se celebrará el 14 de enero.
La gran pregunta ahora es si Sarkozy, que es también ministro de Interior, será el único candidato para estas primarias u otros líderes del partido, como el primer ministro Dominique de Villepin, o la titular de Defensa Michele Alliot-Marie, aspirarán finalmente a la presidencia.
«Decidíos ya. Si tenéis ganas de intentarlo, es el momento de decirlo», instó a Villepin y Alliot Marie, Franí§ois Fillon, consejero político de Sarkozy.
Según Fillon hace «cuatro años» que Sarkozy es candidato a las presidenciales y por tanto tiene «una gran ventaja» con respecto a cualquier contrincante.
Sin embargo, y pese a que los sondeos muestran que el popular político de 51 años derrotará sin problema a cualquier adversario de la UMP en unas elecciones internas, la incógnita sobre las verdaderas intenciones de otros líderes de la UMP crispa los nervios del titular de Interior, ya desestabilizado tras la elección de Ségolí¨ne Royal como candidata del Partido Socialista para 2007.
Considerada una adversaria difícil que podría vencer a Sarkozy en una segunda vuelta de las presidenciales, el huracán Royal obligó indirectamente a la UMP a organizarse y unirse para no dar una impresión de desorden interno a los militantes del partido.
Por el bien del partido los principales actores de la UMP parecen decididos a enterrar por ahora el hacha de guerra.
A pesar de su gran popularidad dentro de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), Sarkozy, muy criticado por un sector del partido en los últimos días, se vio obligado a realizar algunas concesiones como la ampliación de las fechas para presentar candidaturas de aspirantes y la organización de varios debates en diferentes puntos de Francia.
«El debate electoral debe ser lo más amplio y franco posible. En una democracia digna de ese nombre debemos discutir entre la derecha y la izquierda», pidió el político el jueves.
Horas antes, Dominique de Villepin, que no escatimó críticas hacia Sarkozy en estos días, invitó a desayunar al ministro de Interior para hablar de las «condiciones de la victoria de la derecha en 2007»
Según Villepin hay que responder a las expectativas de los franceses de forma «pragmática», dejando espacio a todas las tendencias reunidas en la UMP y tomando como base el balance de los últimos cinco años de gobierno del presidente Jacques Chirac.
Sin embargo Sarkozy predica «una ruptura» con la línea oficial del partido y quiere ser una bocanada de aire fresco en la UMP.
Hasta ahora Villepin, quien declaró en el pasado que no tenía ambiciones presidenciales, no ha dicho oficialmente si será o no candidato y según los expertos se presentará si Chirac se lo pide, aunque su popularidad haya retrocedido considerablemente.
Por su parte, Alliot Marie, quien dio a entender que podría ser candidata pero fuera de la UMP, parece ahora más dispuesta a presentarse, pero dentro del partido.
La primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas se celebrará el 22 de abril y habrá una segunda, el 6 de mayo.