Hollywood logró recuperarse con éxito de la devastadora huelga de guionistas, pero terminó 2008 con los nervios de punta aprontándose para su secuela más temida: Huelga de Actores Parte II.
La paralización de la industria durante 100 días por parte de los guionistas finalizó en febrero de este año con un acuerdo histórico que dio a los escritores de películas y programas de televisión el derecho a beneficiarse de una parte de las ganancias que obtienen los estudios por la comercialización de productos en los nuevos medios digitales e Internet.
El contrato negociado por el Sindicato de Guionistas de América (WGA, por sus siglas en inglés) y la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) fue descrito como un logro innovador de la industria, según los expertos.
«Haber establecido el principio de que la WGA tiene jurisdicción sobre internet y los nuevos medios es un innovador paso adelante», dijo Jason Squire, conferencista de la escuela de artes cinematográficas de la Universidad del Sur de California.
Aunque el resultado fue celebrado como victoria por los líderes sindicales del gremio de los guionistas, la disputa arrojó pérdidas por más de 2 mil millones de dólares.
Uno de los sectores más golpeados fueron las compañías de alquiler de limusinas de Los Angeles, porque los actores boicotearon varias ceremonias de premiaciones que celebra la industria, entre ellas la fiesta de los Globos de Oro, donde los actores cancelaron su asistencia en apoyo a los guionistas y dejaron sin trabajo a los conductores en enero, su mejor mes del año.
Pero con la economía estadounidense en recesión y pésimas previsiones al mediano plazo, la industria del cine y la televisión ahora está confrontada a otra historia cargada de acción y ansiedad: una posible paralización convocada por el mayor sindicato de actores, el SAG (por sus siglas en inglés).
El gremio de artistas de cine y televisión se ha resistido a firmar la oferta de la AMPTP -que reúne los principales estudios de Hollywood-, desde que se venció el contrato en junio.
El SAG anunció en un comunicado la segunda semana de diciembre que las boletas de votación para autorizar una huelga serán enviadas a sus afiliados el 2 de enero y que los resultados de la consulta se conocerán el 23 de enero.
Si el 75% de los miembros vota a favor de una paralización, la junta directiva a nivel nacional del SAG estará autorizada a llamar a una huelga cuando lo considere conveniente.
Los líderes sindicales han insistido en que quieren evitar un paro laboral y sólo buscan una autorización para llamar a huelga con la intención de manejarlo como una carta para volver a la mesa de negociación con los estudios pero con la amenaza de que podrán paralizar la industria si no ceden en sus peticiones.
Pero tan solo la posibilidad de una convocatoria a huelga mientras el resto de Estados Unidos vive una tormenta social con aumento de la tasa de desempleo, quiebras en serie, casas hipotecadas y el colapso del mercado bursátil, está causando divisiones internas en el sindicato.
«No se puede ignorar lo que está pasando con la economía», dijo David Duchovny, el protagonista de «Expedientes X» y la serie de televisión «Californication».
«Todo el mundo quiere mantenerse trabajando. Aunque sea con el poco trabajo que haya, no tener nada sería desastroso», agregó el actor al diario Los Angeles Times, entre varios artistas de alto perfil que respaldaron los piquetes en favor de los guionistas a principios de año.
Las confrontaciones tras bastidores de la industria no han tenido repercusión alguna en los resultados de la taquilla, donde las adaptaciones de cómic y el regreso de Indiana Jones aseguró ganancias millonarias.
La estrella del año fue Batman con su secuela «The Dark Knight», que recaudó la cifra histórica en su fin de semana de estreno de 158,4 millones de dólares antes de convertirse en la segunda película con mejor recaudación en Norteamérica con 530 millones de dólares.
Antes de esta cinta, otras sorpresas del año fueron «Iron Man», interpretado por Robert Downey Jr, y que recaudó 318 millones de dólares e «Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal», que amasó 317 millones.
A principios de diciembre, la recaudación de la taquilla norteamericana se situaba en 8.960 millones de dólares, aunque no estaba claro si podría alcanzar los 9.660 millones que se anotaron en 2007.