Actores de Hollywood empezarán a votar sobre la huelga el 2 de enero.
El sindicato de actores más grande de Hollywood confirmó ayer que llamará a sus miembros a votar por una huelga el próximo mes, lo cual podría dejar a la industria del entretenimiento al borde de una disputa potencialmente devastadora.
El Sindicato de Actores (SAG, por sus siglas en inglés), que cuenta con 120.000 miembros, anunció en un comunicado que las boletas de votación para autorizar una huelga serán enviadas a sus afiliados el 2 de enero y que los resultados de la consulta se conocerán tres semanas después, el 23 de enero.
Si el 75% de los miembros vota a favor de una paralización, la junta directiva a nivel nacional del SAG estará autorizada a llamar a una huelga cuando lo considere conveniente.
Una eventual huelga de los actores sumergiría a la industria del entretenimiento en un caos, y amenazaría la realización del principal espectáculo del año del sector: la ceremonia de los premios Oscar que está prevista para el 22 de febrero.
El sindicato de actores se ha resistido a firmar la oferta de la Alianza de Productores de Cine y Televisión que agrupa los principales estudios hoolywoodenses (AMPTP) desde que se venció el contrato en junio.
Ambas partes volvieron en vano a sentarse a negociar en noviembre, pero tras dos días rompieron contacto.
El presidente del SAG Alan Rosenberg se mostró confiado en que el sindicato votará a favor de una autorización a la huelga.
«Creo que los miembros del SAG evaluarán la oferta del 30 de junio de la AMPTP, y votarán para que nos sentemos en la mesa con la amenaza de huelga» sobre el tapete, señaló Rosenberg.
«Un voto por «sí» envía un fuerte mensaje de que somos serios en cuanto rechazar las reducciones (salariales) y conseguir lo que es justo para los actores en los nuevos medios de comunicación», añadió.
Los negociadores del SAG explicaron que obtener la luz verde para la huelga no sería un paso automático, pero les daría más fuerza para regresar a una eventual mesa de discusión con los directivos de los estudios.
La AMPTP no tardó en reaccionar sobre lo que consideraron una consulta para que los miembros del SAG apoyen el fracaso de la estrategia de negociación de su sindicato «con el llamado a un huelga durante una de las peores crisis en la historia».
«Esperamos que los actores que están trabajando estudien nuestra oferta de contrato cuidadosamente y lleguen a la conclusión de que ninguna huelga puede solucionar el problema que ha creado el propio SAG con el fracaso de su estrategia de negociación», indicó la alianza que agrupa los estudios más grandes de Hollywood.
La manzana de la discordia radica en las ganancias obtenidas por los estudios de la comercialización y proyecciones de películas y series de televisión en internet y nueva plataformas tecnológicas.
Para la AMPTP los actores están haciendo demandas irracionales y rechazaron una oferta final en junio que estaba planteada en términos similares a los que aprobaron ya los sindicatos de guionistas, directores y otro sindicato de actores más pequeño.
El año pasado un paro de 100 días de los guionistas dejó a la industria en vilo, se cobró como gran víctima la lucrativa ceremonia de premiación de los Globos de Oro – que se entregarán ahora el 11 de enero-, y dejó pérdidas estimadas en más de 2.000 millones de dólares, sobre todo en la ciudad de Los Angeles, sede de la zona industrial de los estudios de cine y televisión.
El conflicto ha dividido desde principios de este año a varios grandes actores como Jack Nicholson y Sean Penn, que estaban en una posición más radical proclives a la huelga, mientras Tom Hanks se manifestó por evitar a toda costa un paro y el influyente George Clooney hizo amagos por llamar a sus colegas a no mostrarse divididos ante la patronal de los estudios.
«A conciencia nosotros no creemos que sea el momento para sacar a la gente del trabajo», escribieron la actriz Rhea Perlman y su esposo Danny DeVito en una reciente carta a la directiva del SAG.