El presidente iraquí, Jalal Talabani, viajará este fin de semana a Teherán para hablar de los medios para estabilizar Irak, en momentos en que Siria, aliado de los iraníes, acaba de iniciar un acercamiento histórico a Bagdad.
De hecho, Irán quiere que el presidente sirio también esté presente en este encuentro.
Talabani estará en Teherán del sábado por la noche al lunes, dijo el responsable del servicio de prensa de la presidencia iraní, que añadió que también se invitó al presidente sirio, Bachar Al Assad.
«Puede que el presidente Assad esté en Teherán el domingo», declaró un alto responsable iraní que requirió el anonimato, mientras otra fuente iraní cercana a la presidencia precisó que esa visita «no está en el programa».
Esta cumbre tripartita sería una victoria diplomática para Irán, que se considera una potencia regional.
Irán ha rechazado hasta ahora los llamamientos de Estados Unidos a mantener un diálogo directo con Washington sobre los medios de estabilizar la situación en Irak.
Además, Irán y Siria están acusados por los países occidentales y responsables iraquíes de apoyar las facciones confesionales armadas en Irak.
En el caso de Siria, la principal acusación de Estados Unidos es que Damasco no hace lo suficiente para impedir que los reclutados para la insurgencia iraquí pasen por su territorio o se refugien allí.
En el caso de Irán hay unos vínculos históricos entre Teherán y las milicias dependientes de los partidos chiitas en el poder.
La visita de Talabani se produce un año después de un primer viaje a Irán en el que recibió el apoyo de su vecino para acabar con la violencia.
También tiene lugar en un momento en que Siria dio un gran paso este martes para relajar la presión que ejerce sobre él Estados Unidos, renovando sus relaciones diplomáticas con Irak, rotas hace 25 años.
El jefe de la diplomacia siria, Walid Muallem, habló este marte en Bagdad de «nuevas perspectivas de cooperación».
Su homólogo iraquí, Hoshyar Zebari, anunció que ambos países «cooperarán en materia de seguridad».
El martes, la Casa Blanca pidió a Siria que muestre su apego al «compromiso constructivo» con el gobierno iraquí y ponga fin al flujo de combatientes extranjeros a Irak.
El viernes, el primer ministro británico, Tony Blair, llamó a Siria y a Irán a convertirse en actores importantes en la búsqueda de la paz en la región.
El año pasado, el presidente iraquí dijo en su visita a Irán que su vecino «tiene un interés en nuestra seguridad y también en su propia seguridad».
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, reiteró este mensaje cuando el primer ministro iraquí viajó a Teherán en septiembre, y le asegurió que su país dará «su ayuda para restablecer una seguridad completa en Irak».