Hace 60 años, la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamó un amplio abanico de derechos humanos, inherentes a toda persona sin discriminación de ningún tipo. Entre ellos figuran no sólo el derecho a la libertad de expresión y a no sufrir torturas ni malos tratos, sino también el derecho a la educación, a una vivienda adecuada, así como otros derechos económicos, sociales y culturales.
Estos derechos tienen por objeto asegurar la protección plena de las personas en tanto que tales partiendo de la base de que puedan gozar de derechos, libertades y justicia social simultáneamente.
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, «la quinta parte de la población del mundo en desarrollo está hambrienta al ir a dormir cada noche, donde la cuarta parte carece de acceso a la satisfacción de necesidades básicas como el agua de beber no contaminada y la tercera parte vive en estado de abyecta pobreza, tan al margen de la existencia humana que no hay palabras para describirlo».
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales pone énfasis en promover condiciones de existencia dignas para las personas y para sus familias. Entre estas condiciones destaca el tener un ingreso o sueldo adecuado que les permita la satisfacción de sus necesidades básicas.
En una sociedad como la de Guatemala caracterizada por una profunda desigualdad, miles de mujeres, hombres, niñas y niños sufren inconcebibles niveles de privación que desvirtúan su derecho a vivir con dignidad. Entre estos niveles deben mencionarse las maniobras de ambición desmedida de muchos comerciantes que en nombre de la libertad de mercado, venden los productos con precios exorbitantes como resultado directo de la especulación.
Un ejemplo de este impresionante enriquecimiento a costa de la miseria del pueblo, es la actitud de muchos empresarios del sector de combustibles que se resisten a bajar los precios de la gasolina y el diésel, a pesar que en el mercado internacional se ha operado una reducción significativa en las cotizaciones del petróleo.
Precisamente ayer, la cadena de televisión CNN informaba que en los dos últimos meses, en Estados Unidos el precio de la gasolina bajó el 56 por ciento. En este momento el galón está debajo de dos dólares. (quince quetzales).
Sin embargo, en Guatemala los precios están arriba de 22 quetzales, lo cual socava la aspiración de los habitantes de vivir con dignidad. En este caso, el Procurador de los Derechos Humanos, doctor Sergio Morales, buscó la vía de los tribunales interponiendo un amparo para frenar esta acción abusiva que constituye un atropello contra los derechos económicos y sociales.