Hace muchos años, en el inicio de su amistad y luego de discutir por horas el adjetivo y la coma de un guión de cine, el colombiano Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes decidieron ser novelistas y sellaron su suerte, y la de sus lectores, evocó el escritor mexicano.
La anécdota la recordó Fuentes durante una tarde de amigos celebrada el fin de semana en la Feria Internacional de Libro (FIL) de Guadalajara (oeste de México), la más importante en lengua hispana y donde el Nobel colombiano y el Premio Cervantes mexicano son algunas de las plumas más aclamadas.
Era principios de los 60 y tenía poco de conocer a «Gabo», narró el escritor mexicano en la conferencia «Fuentes y sus amigos» de la FIL, y decidieron unirse «en un pequeño equipo de redactores cinematográficos».
Fuentes ya había publicado cuatro novelas y García Márquez sumaba nueve publicaciones entre cuentos y novelas, pero decidieron trabajar para una productora mexicana cuya sede bautizaron como «el castillo de Drácula» por lo tenebroso del edificio.
Les tocó elaborar el guión de «El Gallo de oro», dirigida por el realizador mexicano Roberto Gavaldón, basada en un cuento del escritor Juan Rulfo, máximo exponente del realismo mágico mexicano que tuvo una gran influencia en las obras del Nobel colombiano.
«Yo le decía: «Gabo, creo que el adjetivo con que describimos la puerta de la hacienda está muy mal escogido». Entonces fue una mañana discutiendo el adjetivo», recordó Fuentes mientras más de mil personas escuchaban atentas, incluido el nicaragí¼ense Sergio Ramírez y el mexicano Carlos Monsiváis, también invitados a la charla.
«Al siguiente día, él me decía: «Carlos, esa coma está muy mal puesta». Y pasamos todo el día discutiendo la coma», continuó Fuentes sentado al lado del de su amigo colombiano.
Los guionistas se confundían y el desorden se acentuaba con las intervenciones de un confundido director, que al mismo tiempo dirigía una cinta con la argentina Libertad Lamarque, lo que llevó a los amigos a una profunda reflexión.
«Una tarde nos sentamos en la península de mi casa y nos dijimos Gabo y yo: «Â¿Qué vamos a hacer, vamos a escribir guiones de cine o vamos a escribir novelas?» Decidimos que íbamos a escribir novelas, se echó la suerte», dijo Fuentes.
«Esta es una amistad hecha de momentos perdurables», añadió Fuentes mientras agarraba del brazo en un gesto cómplice a García Márquez, que sonreía ampliamente con la evocación de esta anécdota de esta tarde de amigos para celebrar los 80 años de vida del mexicano.
«El Gallo de oro», que narra la historia de un pobre pregonero de pueblo que sin embargo hizo fortuna en la pelea de gallos con un plumífero dorado, fue finalmente estrenada en 1964 con el guión escrito a tres manos por Fuentes, García Márquez y Gavaldón, el director.
Carlos Fuentes