«Un surtido delicioso»: XXV Feria Internacional del Libro de Miami


Lilian Fernández Hall

47 millones de hispanohablantes viven en los Estados Unidos. Esto convierte al paí­s del norte en la segunda nación con mayor cantidad de hablantes de español del mundo, después de México y con España pisándole los talones. Solamente en Miami, la cifra se acerca al millón. Los pronósticos aseguran que para el año 2050, una tercera parte de la población será hispanohablante. La extraordinaria expansión del idioma español en los Estados Unidos es un fenómeno indiscutido: «Spanish is here to stay» (el español ha llegado para quedarse) dice Daniel Shoer Roth, columnista bilingí¼e del Miami Herald (edición en inglés) y El Nuevo Herald (edición en español) (1).


El hecho de que el español gane terreno constantemente en territorio norteamericano no ha significado aún ninguna polí­tica de privilegio de este idioma. No existe la obligación de aprender español en las escuelas para quien así­ no lo desee, mientras que el inglés es todaví­a el idioma principal, en el cual están escritas la Constitución y las leyes, y el que se utiliza en los quehaceres de gobierno. El español, sin embargo, es omnipresente por lo menos en las zonas de mayor aglutinación de población hispana, como ser Miami, Los Angeles o Chicago, y se observa en el comercio, los servicios (correo, hospitales, aeropuertos, etc) y en muchos aspectos de la vida cotidiana.

ENTRE PALMERAS Y RASCACIELOS

Y fue justamente en la ciudad de Miami, de un bilingí¼ismo palpable en cada esquina, que se celebró, entre el 9 y 16 de noviembre, la XXV edición de la Feria Internacional del Libro con la presencia de más de 350 escritores invitados. Desde 1989 se realizan paralelamente dos programas (uno en inglés y otro en español) y la idea no es presentar la misma actividad en dos idiomas, sino que son programas completamente independientes y con identidad propia, cuya meta es el enriquecimiento mutuo a través de un diálogo continuo. La serie de conferencias y eventos que constituyen el núcleo de la Feria contó con numerosas figuras de primer nivel que atrajeron gran cantidad de visitantes, como ser Salman Rushdie, Joyce Carol Oates, Fernando Arrabal, Naomi Klein, Sandra Cisneros y otros.

La Feria del Libro de Miami se organiza de manera especial: durante la semana, por las tardes, se desarrollan actividades culturales tales como conferencias, presentaciones de libros, espectáculos de música, danza y cine, en el supermoderno recinto Wolfson del Miami Dade College, y el fin de semana (viernes, sábado y domingo) se celebra la llamada «Feria al aire libre» (Street Fair), donde un gran número de puestos de exhibición y venta de libros hace justicia al término «feria». Allí­, bajo el sol rajante de Miami y con un marco de palmeras y rascacielos, la multitud se congrega para mirar libros, adquirir sus tí­tulos favoritos o simplemente pasear un rato.

Dos puntos llamaron la atención por innovadores: uno fue la inauguración del pabellón para los adolescentes (Teen Scene), con programación especial para jóvenes de entre 12 y 17 años, un grupo que en muchos casos ya no se identifica con la sección infantil y aún no encuentra atrayentes las actividades para adultos. Para ellos se organizaron en la Feria de Miami talleres de narración, sesiones de actuación y danza, presentaciones de bandas de rock y encuentros con escritores. No menos interesante para este grupo resultó «La Galaxia de Historias Gráficas», una serie de paneles y exposición de las llamadas «novelas gráficas» o «comic book», que se incorporan a la Feria como categorí­a «seria» de literatura. Esta actividad contó con un nutrido público preferentemente joven.

La otra interesante innovación fue el claro perfil ecológico de la Feria. Con el lema de «Salvando al planeta en la Feria», los organizadores lanzaron esta iniciativa con la intención de profundizar la conciencia ecológica y lograr que la Feria asuma su responsabilidad en la conservación del medio ambiente. Entre las medidas concretas se presionó para que los expositores proporcionaran bolsas de tela o reciclables en lugar de las tradicionales bolsas plásticas que acompañan las compras de libros, y a los restaurantes se los instó a disminuir el uso de vasos, platos y cubiertos de plástico, prefieriendo la vajilla tradicional. La iluminación de la Feria se realizó con bombillas de energí­a baja y se instó a la moderación en el uso de la energí­a.

INVITADOS ILUSTRES

La lista de invitados presentó una nutrida lista de nombres interesantes, entre ellos: Jorge Edwards, Laura Restrepo, Sergio Ramí­rez, Zoé Valdés, Marcos Aguinis, Pablo de Santis, Plinio Apuleyo Mendoza, Elmer Mendoza, Juan Carlos Botero, Eduardo Lago, Carlos Alberto Montaner y varios de los escritores pertenecientes al llamado grupo de Bogotá 39: Junot Dí­az, Adriana Lisboa, Andrés Neuman, Eduardo Halfón, Guadalupe Nettel, Iván Thays y Wendy Guerra.

Entre las muchas actividades en español de la Feria se destacó la mesa integrada por el escritor cubano, residente en Miami desde hacia varias décadas, Antonio Orlando Rodrí­guez, reciente ganador del Premio Alfaguara con su original novela Chiquita. Rodrí­guez, junto con Abilio Estévez, se refirió al estado actual de la novela cubana. Otro escritor muy solicitado fue el dominicano/neoyorkino Junot Dí­az, ganador del Premio Pulitzer de este año por la fantástica novela The brief wondrous life of Oscar Wao. Dos escritores con raí­ces tanto en el Caribe como en los Estados Unidos, ambos bilingí¼es y que, sin embargo, siguen distintos caminos: Rodrí­guez escribe en español y Dí­az en inglés. Ambos pertencen a esa camada de escritores «hí­bridos», pertenecientes a ese espacio movible entre dos o más naciones y dos o más idiomas.

Otro escritor de habla hispana que dió origen a grandes titulares gracias a su especial magnetismo fue el escritor argentino Marcos Aguinis, quien presentó su última obra: La pasión de Carmela, novela ambientada en Cuba. Aguinis, médico neurólogo, psiquiatra, pianista, ensayista y escritor, fue definido como uno de los pocos «talentos renacentistas» de la actualidad, destacado no sólo por el impacto de su obra literaria sino también por su compromiso constante en la lucha por los derechos humanos.

UN SURTIDO DELICIOSO

Si bien los invitados fueron muchos y atrajeron multitudes -las salas estuvieron casi sin excepción repletas de oyentes-, también fue posible realizar verdaderos hallazgos en los puestos al aire libre. La verdadera joya de la Feria fue, a nuestro entender, el megavolumen (¡1198 páginas!) Enciclopedia del español en los Estados Unidos. El Anuario del Instituto Cervantes 2008 es un impresionante volumen compilado por el Profesor Humberto López Morales y editado por Santillana. Está completamente dedicado a la expansión del español en los Estados Unidos, desde el punto de vista histórico, geográfico, demográfico, sociológico y cultural. Los aportes culturales de la comunidad hispana se analizan en sendos capí­tulos dedicados a la producción literaria en español, los medios de comunicación, el cine, los espectáculos, las traducciones, etc. El Instituto Cervantes puede sentirse satisfecho por una elección lúcida y acorde con los tiempos, cuando elige poner en la mira al grupo de crecimiento más explosivo en el mundo hispanoparlante.

Y ciertamente es una experiencia inusitada recorrer los puestos de la Feria del Libro de Miami escuchando conversaciones tanto en español como en inglés, y a veces en una combinación natural y creativa. Y citando de nuevo a Daniel Shoer Roth podemos decir: «Two languages in one culture: un surtido delicioso! – a delicious mix!» (2)

NOTAS

1. Daniel Shoer Roth: «Dual book fair echoes rise of Spanish lit». En: The Miami Herald, thursday, november 13, 2008, p. 38.

2. Daniel Shoer Roth, art. cit.