Dí­a de solidaridad con el pueblo palestino


Naciones Unidas ha elegido el 29 de noviembre como la fecha para celebrar el Dí­a Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino porque ese mismo dí­a en el año 1947, la Asamblea aprobó la resolución 181 (II), conocida como la resolución sobre la partición. En ella se dispuso la creación de un «Estado judí­o» y un «Estado árabe», en Palestina, con Jerusalén como corpus separatum regido por un régimen internacional especial. De los dos Estados previstos en dicha resolución solamente se ha creado uno: Israel.

Factor Méndez Doninelli

La palabra Palestina es una derivación del término «Peleshet», nombre que frecuentemente aparece en la Biblia, convertido al inglés como «Philistine» y que en castellano se pronuncia «Palestina». El nombre comenzó a utilizarse en el Siglo XIII a.C., por «Gente del Mar» emigrantes provenientes de la zona del Mar Ageo y las Islas Griegas, quienes se asentaron en la costa sureña de la tierra de Canaán. Allí­ establecieron cinco ciudades-estados independientes (incluyendo Gaza) sobre una franja estrecha de tierra conocida como Filistina (Philistia en inglés). Los griegos y los romanos la llamaron «Palastina».

El conflicto árabe-israelí­ ha marcado la historia de Oriente Medio desde la creación del Estado de Israel en 1948, cuando la ONU acordó que Palestina se dividiera en dos Estados: uno judí­o y otro árabe. Esta decisión no fue aceptada por los árabes y desde entonces comenzó el conflicto. Además de las raí­ces polí­ticas, hay también motivos religiosos, algunos de los cuales se deben a que Jerusalén ha sido la ciudad santa para los cristianos, judí­os y musulmanes y cada uno considera que esta ciudad debe ser suya. Para 1948, los árabes seguí­an sin descubrir su vieja nación Falastin. Cuando se les ofreció tener como Estado la mitad de Palestina al oeste del rí­o Jordán, la oferta fue rechazada violentamente. Seis estados árabes iniciaron una guerra de aniquilación contra el naciente Estado de Israel.

Después de la Guerra de los Seis Dí­as en 1967, Israel finalmente pudo asentarse en pequeñas porciones del territorio, el cual los ingleses le habí­an arrebatado a los judí­os. Los sucesivos gobiernos ingleses siempre han condenado estos asentamientos calificándolos de «ilegales». En verdad, fueron los mismos ingleses los que actuaron fuera de toda legalidad al despojar y prohibir al pueblo judí­o las zonas asignadas al Hogar Nacional Judí­o.

La Declaración Balfour de 1917, confirmada por el Mandato de la Liga de las Naciones, comprometió al gobierno inglés a cumplir el principio «El gobierno de su Majestad ve con agrado el establecimiento en Palestina de un Hogar Nacional Judí­o, y utilizará sus mejores esfuerzos a fin de facilitar la consecución de este objetivo…» Se especificaron dos cosas: que esta área estuviera disponible para un «denso asentamiento judí­o» y que se protegieran y preservaran los derechos de todos los habitantes que ya viví­an en el paí­s.

Originalmente el Mandato sobre Palestina incluí­a lo que actualmente es Jordania, todo lo que ahora es Israel, así­ como los territorios entre ambos paí­ses. No existí­a un nombre árabe tradicional o histórico para este territorio, por lo que se le bautizó con los nombres primeramente de Transjordania y después Jordania por su asociación con el rí­o Jordán.

A pesar de muchos intentos de paz donde han intervenido algunos paí­ses, los conflictos parecen no tener fin y la hoja de ruta para lograr la paz entre Israel y Palestina no encuentra el camino claro hacia un futuro diferente de cooperación y convivencia pací­fica.