El nacionalismo musical de Smetana IV


En nuestra columna de este viernes continuamos con el análisis de la obra musical del compositor checo Biedrich Smetana y como fiel marco sonoro para Casiopea, dorada y sublime esposa, primavera que vino a mí­ empapando de albas y luceros mi nostalgia. ¡Vivo universo en que me pierdo dulcemente y tierna flor en que se afirma mi alegrí­a!

Celso Lara

Como lo señalábamos en otra columna, para la mentalidad de Smetana, la autonomí­a polí­tica implicaba también una autonomí­a artí­stica y cultural que habí­a que crear con las propias fuerzas a partir de la identidad nacional.

Así­ pues, con la esperanza de que Francisco José se hiciese coronar también rey de Bohemia reconociendo con ello una autonomí­a nacional dentro del ámbito del Imperio, Smetana compuso la Sinfoní­a triunfal para gran orquesta con motivo de la boda del emperador con Isabel de Baviera, celebrada el 24 de abril de 1854. En esta Sinfoní­a, la única que compuso, Smetana cita el Himno Austriaco de Haydn, casi como una confirmación de que pese a todos los autonomistas, las verdaderas fuerzas del universo habsburgués seguí­an siendo la tradición y el inmovilismo. Goteborg: cuatro años de destierro voluntario:

En 1849 Bied?ich Smetana se casó con Kata?ina Kolár a la que habí­a conocido ocho años antes. El matrimonio se vio bendecido por el nacimiento de varios niños, si bien muchos murieron prematuramente. En 1851 nació una primera hija: Bed?i?ka que murió en 1855, en memoria de la cual su padre compuso el Trí­o en Sol menor, su primera composición de cámara si no se tiene en cuenta otra obra anterior suya para violí­n y piano.

En 1852 vino al mundo Gabriela, que murió de tuberculosis dos años después; en 1853 nació Zofie mientras que en 1855 nació una cuarta hija: Kata?ina cuyo nacimiento y muerte se inscriben en un perí­odo de ocho meses.

La tuberculosis minó también a su esposa Kata?ina, que sucumbió a la enfermedad el 19 de abril de 1859 en Dresde.

Los primeros tiempos en la vida familiar fueron muy felices, si bien no tardaron en aparecer dificultades de carácter económico e incluso de naturaleza polí­tica. El emperador retiró las constituciones concedidas en el momento de la revolución y el gobierno de Bohemia fue confiado a un personaje severo y reaccionario: el barón Alexander Bach von Loosdorf.

Habí­an quedado muy atrás los tiempos en que un músico como Smetana habí­a podido componer una obra orquestal de tono revolucionario como la Obertura triunfal y a continuación, entonar un himno a la boda del emperador bajo la forma de Sinfoní­a triunfal.

Todo esto indujo a Smetana a trasladarse a Gí¶teborg, Suecia. En 1856 el pianista Alexander Dreyschock, de regreso de una gira, comunicó a Smetana que en Gí¶teborg habí­a una viuda rica, Eleonore Dickson, que estaba buscando una persona capaz de poner en marcha una actividad musical seria, tanto en el ámbito de la enseñanza como de la ejecución. Es así­ que Smetana partió a Suecia el 11 de octubre solo con sus recuerdos.