¿A quién sirven y benefician?


La propuesta de Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado fue públicamente objetada por el Comité Coordinador de Asociaciones Comerciales, Agrí­colas, Industriales y Financieras, CACIF, evidenciándose que a pesar de las opiniones del Banco Mundial, del BID y de los diferentes organismos internacionales, la cúpula empresarial local no reconoce que en tiempo de crisis es aún más importante que el sector público estimule la inversión, multiplique las fuentes de trabajo para mitigar la depresión y la recesión que el mundo está sufriendo.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

La crisis la comprueba el hecho que los paí­ses europeos y Japón, oficialmente, han reconocido su desaceleración económica, la cual -de hecho- coincide con la graví­sima situación de la economí­a de los Estados Unidos y las crisis de las Bolsas de Valores de ese paí­s, de Europa, Latinoamérica y el Asia.

Como una sola voz y al ritmo de una orquesta, varios medios y editorialistas escritos dedicaron sus principales noticias y opiniones para presionar al Ejecutivo y al Legislativo para que la propuesta de presupuesto no fuera aprobada, manifestando que lo más conveniente era mantener el mismo presupuesto vigente en el 2008.

En el seno de la Comisión de Finanzas se evidenció el improcedente actuar de ciertos diputados que aprovecharon incluir una serie de partidas millonarias para ciertas universidades, un grupo de profesionales y ONG´s, que en lo particular a ellos les beneficia; incluso, previo a suscribir y elevar el dictamen del Presupuesto, se condicionó que el pleno aprobase el Fondo del Petróleo, Fonpetrol, incluyendo la prórroga de los contratos de explotación existentes, lo cual es negativo, salvo si los beneficios y las normas que se establezcan en los contratos a favor del ambiente y del Estado son sustancialmente mejorados como lo han hecho otros paí­ses de América Latina.

En la discusión del proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos del Estado, se hizo evidente la coincidencia de la bancada de diputados del Partido Patriota y de algunos pocos diputados que se le agregaron, en una oposición que sin duda alguna evidenció su coincidencia con las aspiraciones y planteamientos de la cúpula económica y de CACIF.

Por su agresividad y malas maneras, destacó negativamente Anabella de León, quien improcedentemente, sin que se le llamara al orden, utilizó un megáfono y la sirena del mismo cuando querí­a impedir el uso de la palabra.

Retrasar, complicar la discusión parlamentariamente es una acción que se da en los congresos según las circunstancias, pero abusar de las técnicas parlamentarias -obviamente- no prestigia o beneficia ni al Congreso, ni mucho menos a los diputados en particular. Lo hecho podrá menoscabarlos en el futuro y en una próxima elección ser motivo para que pierdan la curul que de buena fe los respectivos electores les otorgaron. Hay diputados que no están actuando como representantes del pueblo, sino como representantes de intereses particulares, de un sector que todos sabemos -ocultamente- representa el poder particular en detrimento del bien común, que es el fin que deben defender los diputados, si es que son representantes del pueblo y no mandaderos del poder económico.