Presupuesto y ONG»s


Siete años y medio fui asesor técnico del Ministro y Viceministros de Finanzas y otro tanto igual fui miembro de la Comisión de Finanzas del Congreso y jamás habí­a visto algo parecido a lo que aconteció en estos dí­as en el Legislativo para «aprobar» el presupuesto y menos aun, que se continuara con una práctica nociva y corrupta como lo es utilizar supuestas ONG»s para la ejecución presupuestaria.

Héctor Luna Troccoli

En primer lugar debemos empezar por la cifra de casi Q50 mil millones con que se aprobó dicho presupuesto. ¡Inaudito! si tomamos en cuenta que obviamente el gasto tendrá que tener su correspondiente contrapartida de INGRESOS, que serán financiados por los impuestos (viejos y nuevos) que deberá pagar la gente honesta, así­ como con un asombroso endeudamiento externo que alcanzará niveles nunca antes imaginados.

En segundo lugar, nadie, con dos dedos de frente, podrá pensar que todo será «transparente e impoluto», cuando ese presupuesto fue creado adicionándole figuras oscuras en programas sumamente dudosos bajo el paraguas sin sentido de lo que se ha llamado «cohesión social», lo que permitirá, sin lugar a dudas, que el robo y el latrocinio al erario nacional se multiplique en esta administración, para seguir con creces los pasos y ejemplos dados por otros gobiernos. Como tercer punto tenemos en que lo importante y trascendente en el presupuesto NO ES SU APROBACIí“N, SINO SU EJECUCIí“N y para ello prácticamente el primer vicepresidente (el segundo es Espada como dijo un columnista en Prensa Libre), dispondrá a manos llenas de miles de millones de quetzales que el mismo Contralor General de Cuentas y el propio Ministro de Finanzas han admitido que no se podrán fiscalizar de manera adecuada, máxime cuando se están utilizando incluso Organizaciones No Gubernamentales de dudosa procedencia para que manejen parte de esos millones.

Tras estas breves acotaciones debo decir con franqueza que el Gobierno está jugando con fuego y podrí­a en algún momento quemarse. Para cualquier Perico de los Palotes, sin necesidad de ser analista, es fácil deducir que cuando se van creando ciertas condiciones lamentables, estas pueden ser, o la causa o el medio de grupos interesados en desestabilizar e incluso llegar a lo que esperamos ya solo sea una horrible parte de nuestro pasado, como son las asonadas y golpes de Estado que estoy seguro son rechazados por la mayorí­a de la población, ya no digamos la comunidad internacional.

El problema es que tenemos una crisis de seguridad ciudadana que aumenta con el tiempo, que la situación económica se agudiza constantemente, particularmente afectando a la clase media y baja; que el desempleo ha tenido un crecimiento «sostenible»; que las instituciones, especialmente los tres organismos del Estado han perdido toda credibilidad y que para colmo de males, áreas como salud, educación y seguridad, son tratadas únicamente con paliativos intrascendentes sin entrarle a fondo a los problemas. Aquí­ no se gobierna con la gente, sino aparentemente se gobierna CONTRA la gente, entendiéndose ésta como el pueblo constituido por ciudadanos comunes y corrientes que buscan su subsistencia diariamente, sin encontrar ni siquiera la ESPERANZA

Creo sinceramente que este gobierno está errando en sus pasos y que camina hacia el despeñadero ayudado por la impericia o mala fe de buena parte de los otros organismos del Estado e instituciones en donde el «clientelismo» se ha vuelto práctica común.

El dinero de este año jamás se invirtió en los que se supone serí­an los «privilegiados», es decir, los pobres, por el contrario ya empiezan a aparecer las sombras de la corrupción más cí­nica para los parientes polí­ticos y «cuatazos» del Presidente.

La forma en que se «hizo» la distribución presupuestaria, la facilidad conque su ejecución puede ser utilizada para esconder malos manejos y la aparición de ONG»s fantasmas son un anticipo de lo que vendrá en el 2009. Lo lamento por el Ministro de Finanzas a quien no conozco, pero a quien considero capaz e í­ntegro. Ojalá no vaya a equivocarme, como me pasó con Meyer.