EL GUAPO


Después de mucho buscar, Efraí­n Bellato encontró una camisa exacta a su gusto; la seda era de la más fina, su diseño combinaba la elegancia y la sencillez, y era de una marca mundialmente famosa.

César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Además, hací­a juego con el traje completo y los zapatos de lujo que hací­a unos minutos habí­a comprado; ahora, su ya extenso guardarropas contaba con otras prendas de la más alta calidad.

Llegó a su casa y se probó el nuevo vestuario, el cual le gustó tanto que decidió irlo a lucir a alguno de los centros nocturnos más caros.

Pero, ya para salir, la conciencia le reprochó algo…

Entonces, le dejó un billete roto a su madre harapienta y a sus tres hermanos flacos, sucios y descalzos y luego se alejó.

LA CONCIENCIA NO SE CALLA CON LIMOSNAS.