Ciudad de barro prehispánica



El gobierno peruano, tras declarar en emergencia a Chan Chan, la ciudad prehispánica de barro más grande e importante de América, emprendió la esperada tarea de rescate al entregar 3,1 millones de dólares para su conservación y afrontar los embates del fenómeno del Niño.

   Con el fin de preservarla como Patrimonio Cultural de la Nación, Chan Chan estará en emergencia por 120 dí­as, periodo en el que se planea utilizar el dinero, informó el Instituto Nacional de Cultura (INC) de La Libertad.

   La ciudadela, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1986, se encuentra en la ciudad de Trujillo, región La Libertad (norte).

   Está en peligro de conservación desde hace tres años debido al incremento de las filtraciones de agua, que ataca sus estructuras y amenaza con penetrar en las ruinas.

   Chan Chan está ubicada frente al mar, fue la capital del reino Chimú (floreció entre los años 1000 y 1470 d.C.). Según los expertos existen indicios que la ciudad abarcó unos 20 kilómetros cuadrados, es decir tres veces más el área que hoy se conserva (6 kilómetros cuadrados).

   El gobierno señaló a fines de diciembre la inminente aparición del fenómeno climático El Niño que puede afectar las ruinas con lluvias e inundaciones.

   Otro de los males que afectan este antiguo reino de los chimús es la invasión de agricultores que destruyen sus áreas y saquean sus tesoros.

    La declaración de emergencia y la ayuda económica permitirá, entre otras cosas, la protección de 19 esculturas de madera encontradas hace unos meses en el acceso norte de Chan Chan.

   Los í­dolos de madera fueron hallados en el Palacio del Mar (í‘ing An), donde hace unos años los investigadores se toparon con bellos frisos estilizados que hacen referencia al mar y que ahora están en etapa de restauración.

   Cada uno de los í­dolos mide 80 centí­metros de alto, con pedestales de 50 centí­metros, y sus cabezas están adornadas por un tocado semicircular con siete proyecciones decoradas.

   Sus rostros cubiertos por una máscara roja y sus manos están cruzadas sobre sus pechos para sostener las lanzas que los confirman como guerreros.

   El Gobierno ha previsto la creación de la unidad ejecutora Complejo Arqueológico de Chan Chan, que se encargará de hacer efectivo el Plan Maestro de Conservación y Manejo del complejo.

   Al frente de esa unidad se ha designado al arqueólogo Cristóbal Campana, reconocido investigador de las ruinas.

   «El problema de Chan Chan es viejo. Han ocurrido una serie de descuidos y malos manejos administrativos», dijo Campana tras asegurar que las primeras medidas «serán reforzar los muros o amparar los frisos de la intemperie cuando empiecen las lluvias».

   «Tendremos que limpiar la ciudadela y sacar la inmensidad de basura y a los invasores. La situación es crí­tica», agregó.

   La impresionante ciudad de barro fue el gran centro administrativo, religioso y polí­tico del imperio Chimú que, según diversos estudios, pudo dar albergue hasta 35.000 habitantes.

   La ciudad se compone de nueve palacios o ciudadelas, construidas con adobes, cantos rodados, barro, madera, totora, paja y caña. Alcanzó su apogeo a fines de siglo XIV con el aumento considerable de conjuntos planificados y sucumbió al asedio del Inca Túpac Yupanqui, en 1470.

   De los nueve grupos arquitectónicos existentes en Chan Chan, que sirvieron a los monarcas Chimús como palacios en vida y tumba en su muerte, el de Tshudi de nueve metros de altura es el más conocido.