Oficialismo asiste dividido


La casa de la infancia de Hugo Chávez, presidente venezolano (Thomas Coex-AFP-La Hora).

Oficialismo asiste dividido a eleciones regionales en tierra natal de Chávez.


Los partidarios del Presidente venezolano votarán divididos el domingo en Barinas, estado natal de Hugo Chávez, donde una derrota del oficialismo en los comicios regionales, más allá de las consecuencias polí­ticas, golpearí­a el alma de la revolución que impulsa el mandatario.

«La oposición nueva y vieja dice que Chávez pierde el 23 de noviembre. Si ellos ganan Barinas, serí­a para mí­ un golpe al hí­gado, me estarí­an golpeando en mi propio nido», lanzó Chávez en un reciente mitin en Barinas (suroeste).

Escindidos en dos, los votos chavistas, que suman una gran mayorí­a, se los reparten el hermano mayor del presidente, Adán Chávez, candidato por el oficialista Partido Socialista (PSUV), y Julio César Reyes, actual alcalde de la ciudad de Barinas y hasta hace pocos meses ficha incondicional del mandatario.

«Judas César», «traidor», «infiltrado» y «rata» son algunos de los apelativos que Hugo Chávez ha endosado a Reyes durante la campaña de dos meses que concluye mañana.

Según el mandatario, la victoria del disidente marcarí­a el principio del fin de la revolución en Barinas, mientras que el triunfo de su hermano asegura la aceleración y profundización del proceso polí­tico hacia la construcción del socialismo del siglo XXI.

«No somos traidores. Si fuera un traidor, el pueblo no me respaldarí­a porque el pueblo no respalda a traidores», dijo Reyes.

«El socialismo tiene que ser respeto e inclusión», agregó el actual alcalde de Barinas, convencido de que el presidente dio la espalda al pueblo al imponer la candidatura de Adán, quien a pesar de haber ocupado cargos importantes en el gobierno central es casi un desconocido en el estado.

En las calles de Barinas, el descontento hacia la familia del mandatario aviva la división en el chavismo.

«No hicieron nada, se volvieron ricos, no saludan y andan todo el tiempo rodeados de escoltas», se lamentó Luis Jaimes, un taxista que el 23 de noviembre votará por Reyes, pese a respaldar al presidente.

Después de 10 años con el padre del clan, Hugo de los Reyes Chávez, al frente de la gobernación y con varios de los hermanos del presidente ocupando otros cargos públicos en Barinas, las crí­ticas sobre concentración y abuso de poder están a la orden del dí­a.

Incluso hay quienes creen que la decisión de Chávez de elegir a Adán,»su hermano del alma» como candidato, está destinada a proteger a su familia.

«Reyes era el candidato natural en Barinas pero el presidente no confí­a en él para poner en sus manos el destino de su familia, una vez que el jefe del clan entregue la gobernación», dijo el candidato de la oposición tradicional, Rafael Simón Jiménez.

Para Jiménez la división del oficialismo multiplica las opciones de triunfo de las candidaturas de oposición puras, algo que serí­a impensable si el partido en el poder acudiera unido a las urnas.

«El chavismo está fracturado y debilitado. Sus electores se redujeron casi a la mitad para el referéndum sobre la reforma constitucional del 2007, mientras que la oposición mantuvo una base electoral dura», calculó Jiménez.

Ante este escenario, Chávez se ha colocado al frente de la campaña en Barinas para garantizar que los votos se dirijan a su hermano.

El mandatario, que en elecciones anteriores apenas necesitó visitar Barinas para asegurarse la victoria, realizó más de seis viajes en las últimas semanas.

Al final, la batalla el próximo domingo será entre el liderazgo de Reyes y la popularidad del jefe de Estado, en un paí­s con fuerte tradición presidencialista.

«Quien no vote por Adán Chávez en Barinas es un tonto. ¿Qué mejor gobernador que el hermano del presidente?», explica Joel Serrano, un comerciante local.