Las tropas iraquíes y las de la Fuerza Multinacional seguían sus pesquisas hoy para encontrar a un estadounidense y a un austriaco secuestrados el jueves en el sur de Irak, tras el descubrimiento del cadáver de un tercer rehén y la liberación por la policía de otros dos.
Cuatro guardias norteamericanos y un austriaco fueron secuestrados el jueves cerca de la frontera con Kuwait cuando el convoy que escoltaban, integrado por 43 camiones y seis vehículos de seguridad, fue detenido «en lo que aparentaba ser un retén policial, cerca de Safwan», una localidad cercana a la frontera con Kuwait.
Según un alto responsable de Estados Unidos en Bagdad, se trataba de cinco empleados de la empresa de seguridad privada Crescent Security Group, basada en el vecino emirato.
La región en la cual tuvo lugar el secuestro está controlada por las milicias chiítas, hostiles a la presencia de las fuerzas de la coalición y a los agentes de seguridad privada.
De otro lado cinco personas fueron asesinadas este sábado, incluyendo tres policías muertos a manos de insurgentes en la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad. También fueron hallados tres cadáveres en Baaquba, la capital de Diyala.
Por otra parte el ministro británico de Finanzas, Hordon Brown, llegó el sábado a Basora, en el sur de Irak, para pasar revista a las tropas británicas y entrevistarse con los responsables locales.
Brown, el más probable sucesor del primer ministro Tony Blair «está aquí para una visita de un día durante la cual debe inspeccionar las tropas y entrevistarse con los responsables de la provincia», dijo el portavoz militar británico, el capitán de fragata Mike Baker.
Cerca de 7.200 soldados británicos se encuentran actualmente desplegados en Irak, principalmente en el sur del país.
Blair, debilitado políticamente por su alineamiento sin falla con Estados Unidos en el caso iraquí, afirmó el viernes que las tropas no se retirarían de Irak mientras la situación no se estabilizara.
«No vamos a irnos de Irak. Vamos a quedarnos allá mientras el gobierno (iraquí) necesite que nos quedemos», declaró Blair en una entrevista con el canal de televisión Al Yazira, que lanzaba sus emisiones en inglés.
Al periodista que presentaba la intervención en Irak de Gran Bretaña y Estados Unidos «más bien como un desastre hasta el presente», el primer ministro respondió: «lo ha sido».
Blair no obstante añadió: «pero vea usted, lo que digo a la gente es: ¿por qué ha sido tan difícil lo de Irak? No es difícil a causa de un accidente en la planeación de la intervención, es difícil porque hay una estrategia deliberada –Al Qaeda y los insurgentes sunitas de un lado, los elementos sostenidos por Irán con las milicias chiítas del otro– de crear una situación en la que la voluntad de paz de la mayoría sea suplantada por la voluntad de guerra de la minoría».
Para Blair, sostener la democracia en Irak, en Afganistán y el proceso de paz israelo-palestino «son las cosas más importantes» que puede hacer mientras siga en su cargo.