Reflexionan tras oferta



La compañí­a india Tata Steel reflexionaba hoy sobre su próximo movimiento después de que la siderúrgica brasileña CSN anunciara su oferta para hacerse con el control de la británica Corus, a la que codicia igualmente, lo que ilustra el ascenso de las economí­as emergentes.

La Companhia Siderúrgica Nacional (CSN), número tres del acero en Brasil, ofreció ayer 5.300 millones de libras (unos 10.070 millones de dólares) por Corus, superando la oferta del Tata Steel, de 5.100 millones de libras (unos 9.700 millones de dólares), que ya habí­a sido aceptada por el grupo británico.

En una excepcional competencia entre empresas de dos paí­ses emergentes, CSN y Tata se disputan el mercado del acero. El número uno mundial del sector, Arcelor Mittal, es ya resultado de una fusión entre la europea Arcelor y Mittal Steel, del empresario indio Lakshmi Mittal.

«La unión de CSN y Corus crearí­a un grupo entre los cinco mayores del mundo, con una producción anual de 24 millones de toneladas de acero en 2010», señaló un comunicado del grupo brasileño divulgado en el London Stock Exchange ayer.

Corus confirmó ayer que habí­a recibido la oferta, pero no deseó hacer comentarios. Sus accionistas deben pronunciarse el 4 de diciembre en una asamblea general extraordinaria.

Los directivos de Tata también se negaron a comentar la propuesta de la brasileña CSN. «Por el momento no haremos comentarios. Ya veremos», declaró un alto cargo de la empresa.

No obstante, uno de los principales diarios económicos indios, Business Standard, citando a fuentes financieras anónimas, dijo que Tata Steel planeaba mejorar su oferta por Corus la próxima semana.

«Tata Steel ya tiene casi lista su posible contraoferta», dijo un banquero inversionista.

La adquisición de Corus aumentarí­a la capacidad de producción de Tata Steel a 23,5 millones de toneladas anuales (actualmente produce 5 millones de toneladas al año) y catapultarí­a a la empresa entre las doce principales productoras del mundo.

La aceptación por parte de Corus de la propuesta inicial de Tata Steel habí­a sido saludada en India como una señal de que las compañí­as indias eran ahora actores mayores en el proceso de fusiones y adquisiciones a nivel de la escena global.

Tras la compra de la siderúrgica europea Arcelor por el número uno mundial del sector, el indio Mittal Steel cotizado en Amsterdam, la batalla que se perfila entre CSN y Tata confirma el ascenso en potencia de los paí­ses emergentes en la economí­a mundial, a expensas de las viejas potencias industriales.

Como un signo de la época, Corus y CSN ya habí­an intentado acercarse en 2002, pero el grupo británico estaba entonces en posición de predador. Desde entonces no ha ocultado su voluntad de aliarse con un competidor brasileño, ruso, indio o chino, para beneficiarse de un acceso directo a las materias primas del acero, poder aprovechar sus bajos costos de producción y tener una entrada en sus mercados locales, en pleno crecimiento.