«Partes Usadas» de Fernández


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Aarón Fernández, cineasta mexicano, se prepara para estrenar su reciente filme «Partes usadas» en Francia.


«Creo que las pelí­culas latinoamericanas pecan a veces por exceso de dramatismo y una explotación de la miseria que detesto; yo querí­a hacer lo opuesto», afirmó el director mexicano, que estrenará su pelí­cula el miércoles próximo.

Primer largometraje de Fernández, cineasta de 36 años, autor de varios cortos y fundador de la firma productora Cinta Negra, «Partes usadas» cuenta la vida de Iván (Eduardo Granados) y Efraí­n (Alán Chávez), adolescentes que aún no salen de la infancia y entran en el delito casi jugando.

El primero sueña con emigrar a Estados Unidos con su tí­o, quien, para obtener dinero para el viaje, lo inicia en el robo de partes y accesorios de automóviles.

Los dos adolescentes entran en ese mundo gansteril mientras siguen viviendo su vida juguetona de casi niños, en la que fatalmente serán atrapados por la traición y la violencia.

La cámara de Fernández los filma con sobriedad y una naturalidad pasmosa, y muestra su alegrí­a de vivir con una humanidad en la que no caben juicios.

«No quise juzgar a mis personajes, sólo describirlos. No digo que está mal lo que hacen, pero tampoco hago la apologí­a de sus actos. Finalmente lo que muestro es que hacen lo que hacen de una manera cándida», declaró el director.

«Querí­a mostrar a esos niños con sus ilusiones, sin pesimismo ni miserabilismo. Creo que las pelí­culas latinoamericans pecan a veces por exceso de dramatismo y por una explotación de la miseria que yo detesto, una especie de condescencia hacia lo obscuro, lo miserable. Yo querí­a lo opuesto», dijo el director.

¿No es una visión un poco ingenua, no es en realidad más sórdida la vida de los chicos que la vida empuja hacia la delincuencia?

El director responde sin vacilar: «Es posible que siempre se encuentre peor, pero yo no querí­a mostrar eso. Es una ficción y no creo que mi historia sea inverosí­mil, hay muchos jóvenes que viven como Efraí­n e Iván en la frontera entre un marco familiar mí­nimo que les permite una cierta estabilidad y el inicio de una vida de vándalos que los lleva hacia la violencia».

«Quise centrarme en la amistad de ellos, en el juego, en ese deambular por el mundo como dos adultos, pero son todaví­a niños. Es un punto de vista un poco más lí­rico», agrega.

Para sus personajes, la única esperanza de vida mejor es irse a Estados Unidos, pero Fernández recalca que «Partes usadas» no es una pelí­cula sobre la emigración.

«Está esbozada la situación de los personajes que sueñan con irse para tener una vida mejor, lo que no está garantizado, pero es su ilusión. Dramáticamente es la motivación, si se van o no ya es otra cosa», dice.

«Esta es una realidad dramática que se vive en México y en muchos otros paí­ses del hemisferio sur. El éxodo masivo de gente que no consigue ser feliz en su propio paí­s», agregó.

«Lo más dramático es el hecho de que la esperanza esté siempre en irse. Y eso incluye a todas las clases sociales, unos se van porque están desempleados, otros porque están hartos de la situación polí­tica en México, otros porque las ofertas de trabajo que tienen son mejores en otro lado, otros porque tienen demasiado dinero y son blanco fácil para el crimen organizado. Nadie está exento de soñar con ese «»paraí­so»» que ofrece el primer mundo», comenta el cineasta.

En espera del estreno en Francia, Aarón Fernández afirma que prefiere no esar muy pendiente del mismo.

«Me digo que yo ya cumplí­, yo hice la pelí­cula y estoy satisfecho con el trabajo, aunque todo sea perfectible» y prefiere concentrarse en el trabajo de su próximo filme, cuyo guión está escribiendo en la residencia en Parí­s de la Cinefundación del Festival de Cannes, de la que es invitado.

Su segundo largometraje se titulará «Las horas muertas» y será «una pelí­cula lí­rica, de descripción de ambientes y de personajes».

«Es la historia de un joven que empieza a trabajar en un hotel en la costa de Veracruz, un motel aislado para parejas. Va a encontrar allí­ una serie de personajes, y se va a enamorar de una chica que va regularmente con su amante, un hombre importante», indicó.

El director ya ha elegido el lugar de rodaje y afirma que «si todo sale bien», desearí­a empezar a rodar en noviembre próximo.