La casa de subastas neoyorquina Sotheby»s tuvo que adaptarse a la realidad económica y bajar drásticamente los precios del arte contemporáneo en una subasta el martes por la noche en la cual un tercio de los lotes ofrecidos no halló compradores.
De los 63 lotes puestos a remate el martes sólo 43 obtuvieron comprador, incluidas pinturas de Jeff Koons, Damien Hirst, Philip Guston, Yves Klein y móviles de Alexander Calder, entre otros. Y solo un puñado de las vendidas logró alcanzar sus estimaciones previas, ya que Sotheby»s aceptó precios mucho más bajos de lo previsto.
La decepcionante venta puso de manifiesto cómo la crisis financiera global ha golpeado el hasta hace poco floreciente lujoso mercado de coleccionistas de arte. Ventas similares ya habían sido observadas la semana pasada en Nueva York en Sotheby»s y su rival Christie»s en sus remates de arte impresionista y moderno.
El principal subastador Tobias Meyer estimó que los precios reducidos reflejaban la demanda de «una comunidad coleccionista experimentada e inteligente que responde al material destacado».
«Cuando el precio estaba bien, la audiencia respondió y lo compró. Cuando la estimación parecía excesiva, claramente no lo hizo», indicó.
La casa de subastas neoyorquina en el lujoso Upper East Side neoyorquino estaba colmada para la venta, pero los acaudalados clientes -cubiertos de joyas y pieles- buscaban ofertas.
En varias oportunidades Sotheby»s aceptó lo inevitable y aceptó vender hasta a la mitad del precio estimado previamente. Pero de todas formas 20 obras -incluidas pinturas de Anish Kapoor, Roy Lichtenstein, Andy Warhol, Lucien Freud y Jean-Michel Basquiat- quedaron sin comprador.
Además hubo ventas que apenas alcanzaron su oferta mínima, entre ellas obras de Mark Rothko y Jeff Koons.
Un enorme lienzo del plástico francés Yves Klein, en el intenso color azul que hizo famoso, «Archisponge» (1960), resultó la mejor venta de la noche al ser adjudicado en poco más de 21 millones de dólares, cifra de todos modos inferior a la estimación previa de 25 millones que la casa pretendía obtener.
«Beggar»s Joys», de Philip Guston, alcanzó 10,16 millones de dólares, bastante por debajo del objetivo de 15 millones.
Otras oportunidades fueron «Great American Nude» de Tom Wesslemann, a 4,14 millones de dólares, cuando había sido tasado entre 6 y 8 millones.
De todas formas, la noción de buenos negocios en el exuberante mercado del arte contemporáneo es relativa. «Mirror Painting», de Gerhard Richter, que consiste en un gran rectángulo de vidrio cubierto de pigmento rojo, fue vendido muy por debajo de su objetivo, pero igual superó el millón de dólares, mientras que un cartel con un dólar verde sobre un fondo rojo de Warhol llegó casi a 2 millones de dólares.
No obstante, cuatro cajas vacías de Warhol, estimadas en entre 2,5 y 3,5 millones de dólares, no fueron vendidas. Al igual que «Half Face with Collar», de Roy Lichtenstein, un dibujo tipo comic de la boca y cuello de un hombre, valuado en 15 a 20 millones de dólares.
Un autorretrato de Francis Bacon, presentada como estrella en el catálogo de Christie»s para su subasta de anoche en Nueva York, se quedó sin comprador debido a que las pujas apenas superaron la mitad del precio estimado para su adjudicación.
La casa neoyorquina pretendía obtener cerca de 40 millones de dólares por la tela del artista británico pintada en 1964, pero las ofertas no superaron los 27,4 millones.
El rematador no hizo comentarios, pero en la sala colmada se escucharon varios «Â¡Oh!».
Un «Tríptico» de Bacon fue adjudicado por Sotheby»s en mayo en Nueva York en 86,2 millones de dólares (55,4 millones de euros), precio récord para el pintor nacido en Dublín en 1909 y fallecido en Madrid en 1992. Además se convirtió en la obra más cara vendida en subasta de un artista de los llamados de posguerra
Entre las 75 piezas de arte contemporáneo ofrecidas por Christie»s ayer se contaba uno de los lienzos más importantes de Jean-Michel Basquiat, propiedad del rockero cofundador de la banda Metallica Lars Ulrich, que fue adjudicada en poco más de 13,5 millones de dólares, cifra muy cercana al récord de 14,6 millones del artista neoyorquino que firmaba «Samo».
El decepcionante resultado de la subasta se sumó a otros tantos de la propia Christie»s en sus remates de arte impresionista y moderno la semana pasada como de su competidora Sotheby»s, que el martes no logró adjudicar la tercera parte de los lotes de arte ofrecidos.
Las cifras obtenidas en la temporada de remates del otoño boreal ponen de manifiesto cómo la crisis financiera global golpea el hasta hace poco floreciente mercado de coleccionistas de arte.