Israel es contrario en este momento a lanzar una amplia ofensiva en la franja de Gaza, si bien prevé medios «más agresivos» como réplica para terminar con los disparos de cohetes palestinos.
«Hay muchas ideas sobre los medios para enfrentar los ataques con cohetes Qassam, y deberíamos recordar que no se trata de una guerra que tiene una solución rápida», declaró el primer ministro, Ehud Olmert, a los periodistas que lo acompañan a su regreso de Estados Unidos.
«Los que mencionan el ejemplo de la operación ’Muralla’ del ejército (en Cisjordania en 2002) y piden que una ofensiva similar se efectúe en la franja de Gaza, deberían recordar que el terrorismo nunca ha cesado y que continúa hasta ahora en Cisjordania», agregó.
De marzo a mayo de 2002 y después de varios ataques suicidas antiisraelíes, el ejército llevó a cabo la mayor ofensiva desde 1967, bautizada «Muralla», ocupando nuevamente varias ciudades del territorio palestino.
Las tropas israelíes mataron a decenas de palestinos durante la ofensiva, lo que no impidió la continuación de los ataques suicidas.
«Considero seriamente los ataques de Qassam, pero nuestras operaciones en Gaza deben ser efectuadas puntualmente sobre la base de informaciones, de nuestro estado de preparación y de nuestras capacidades de limitar lo más posible esos ataques», agregó Olmert.
El primer ministro hizo estas declaraciones después del disparo de salvas de cohetes el miércoles a partir de la franja de Gaza contra la localidad de Sderot (sur de Israel), de 24 mil habitantes, que dejaron un muerto y cinco heridos israelíes, dos de ellos graves.
Desde el inicio de la sublevación de los palestinos contra la ocupación israelí en septiembre de 2000 (la segunda Intifada), nueve personas han resultado muertas en Israel, seis de ellas en Sderot, por cohetes disparados desde el norte de la franja de Gaza.
Un soldado israelí fue hecho prisionero por combatientes palestinos a fines de junio, y desde entonces el ejército ha efectuado varios ataques mortíferos en la franja de Gaza para ubicar al militar y hacer cesar los tiros de cohetes.
Durante esos ataques, la tropa israelí ha matado a más de 300 palestinos.
Según la radio militar, muchos ministros israelíes son partidarios de una campaña militar en la franja de Gaza, desde donde se retiró la tropa en septiembre de 2005, al cabo de 38 años de ocupación de este territorio palestino.
«Hay que limpiar los nidos de terroristas, pero estoy convencido de que es posible iniciar un diálogo con los palestinos, incluso con la dirección del Hamas, para calmar la situación», declaró el ministro sin cartera Eytan Cabel.
Ayer, el ministro de Defensa, Amir Peretz, pidió al ejército fundarse en «nuevas iniciativas agresivas en la franja de Gaza».
Anoche, un palestino fue herido en un ataque aéreo israelí contra el campo de refugiados de Jabaliya, al norte de la ciudad de Gaza, donde según la versión del ejército, habían almacenado armas y explosivos.
El presidente palestino, Mahmud Abas, y el primer ministro y dirigente del grupo Hamas, Ismail Haniyeh, deben reunirse hoy, después de una primera tentativa fracasada en la víspera en Gaza, para instalar un gobierno de unión nacional.
Un precedente acuerdo concluido en septiembre para un gabinete de este tipo quedó en letra muerta después de una serie de declaraciones de los jefes del Hamas en las que rechazaron reconocer a Israel y respetar los acuerdos anteriores entre Israel y los palestinos.
Estas dos condiciones son exigidas por los países occidentales para reiniciar las ayudas financieras a los palestinos y para cesar el boicot del gobierno palestino.