Los líderes de los 21 países de la APEC comenzaban a llegar hoy a Hanoi, para una cumbre dominada por el bloqueo de la Ronda de Doha sobre la liberalización comercial y la amenaza de pruebas nucleares norcoreanas, en un contexto de nuevos equilibrios estratégicos.
El presidente chino Hu Jintao llegó para una visita de Estado, en momentos en que el país anfitrión intenta mantener una prudente distancia de su dinámico vecino y de Estados Unidos.
Se espera que la estadía de Hu incluya varios actos simbólicos, como una ofrenda floral ante el mausoleo del legendario líder de la lucha independentista de Vietnam, Ho Chi Minh, pero probablemente el tema que domine la agenda sea la cooperación económica. Por de pronto, la visita se inició con la visita a una fábrica de juguetes en Danang, en el centro de Vietnam.
«Ambos tienen al menos una experiencia en común. Son países pobres que buscan salir de la pobreza», dijo Ang Cheng Guan, investigador del Instituto de Defensa y Estudios Estratégicos de Singapur.
«Vietnam estudia cuidadosamente el proceso de desarrollo económico chino, puesto que la estrategia soviética perdió su atractivo», agregó.
Las relaciones comerciales no son, sin embargo, el único tema de preocupación de los líderes que concurren a la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, reafirmó que la cooperación en materia de seguridad en la zona Asia-Pacífico, una de las prioridades de Washington, es indispensable para mantener el crecimiento y los intercambios comerciales.
«Cada vez más, uno de los objetivos más importantes de nuestra cooperación es la seguridad», explicó Rice a sus homólogos del Foro.
«Las amenazas del terrorismo, la proliferación de las armas de destrucción masiva, los desastres naturales y las enfermedades pandémicas están ligadas de forma inextricable a la prosperidad de la región», manifestó la secretaria de Estado.
Rice expresó además el apoyo de Washington a una propuesta que los miembros de APEC prevén examinar el año próximo, sobre la creación de una zona de libre comercio en el Pacífico, desde China a Chile, en caso de que persista el estancamiento en las negociaciones de la Ronda de Doha, en el seno de la Organización Mundial de Comercio.
El presidente George W. Bush llegará el viernes a la cumbre de la APEC en Vietnam, un país comunista que pasó de ser enemigo a socio.
El simbolismo de la visita no pasa desapercibido. Bush visita un país que infligió al suyo su primera derrota militar, en momentos en que él mismo está empantanado en la guerra de Irak, la principal razón de que su partido perdiera el control del Congreso a manos de los demócratas.
Pero tanto Washington como Hanoi centrarán la atención en el futuro, ya que las relaciones bilaterales estratégicas y comerciales jamás estuvieron mejor.
«Es algo de lo que definitivamente debemos estar contentos», dijo Fred Burke, abogado de un estudio internacional con sede en la ciudad Ho Chi Minh.
«Es muy raro que dos enemigos hagan las paces tan rápidamente», constató.
Por su parte la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, que llegó en la tarde del jueves para su primera visita de Estado a Hanoi, cumplirá una nutrida agenda oficial en un país que mantuvo estrechas relaciones con Chile durante el mandato del extinto presidente Salvador Allende.
Chile es uno de los tres países latinoamericanos que integran la APEC, junto a Perú y México, cuyos presidentes estarán ausentes en esta cumbre.