JOYAS INVALUABLES


Anna Russell era una estudiante de Filosofí­a; le gustaba mucho participar en clases, pero, desafortunadamente, todas sus intervenciones finalizaban en una discusión con sus compañeros o con sus profesores.

César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Ella proclamaba que, si se tiene un punto de vista hay que defenderlo, porque de lo contrario los demás piensan que no se está convencido de ello, y que uno es débil.

A consecuencia de esto sus amigos se fueron alejando, y ya nadie querí­a hablar con ella, esto la hizo sentirse aislada, al punto de que casi abandonaba la carrera que tanto le fascinaba.

Afortunadamente descubrió a tiempo que era más importante tener un amigo que un millón de conceptos, a veces errados, en la cabeza; cambió sus actitudes y reconquistó a sus antiguas amistades.

ESTEMOS EN DESACUERDO, PERO AMISTOSAMENTE.