El gobierno del primer ministro Fuad Siniora, controlado por la mayoría antisiria que recibe el apoyo de Occidente, transmitió ayer al secretario general de la ONU, Kofi Annan, su aval al proyecto de creación del tribunal internacional, indicó a la AFP una fuente oficial libanesa.
El gobierno del primer ministro Fuad Siniora, controlado por la mayoría antisiria que recibe el apoyo de Occidente, transmitió ayer al secretario general de la ONU, Kofi Annan, su aval al proyecto de creación del tribunal internacional, indicó a la AFP una fuente oficial libanesa.
«Líbano espera que el texto sea adoptado por el Consejo (de Seguridad de la ONU) durante los próximos días», agregó la misma fuente.
Hariri fue asesinado en un atentado perpetrado en Beirut el 14 de febrero de 2005.
El embajador estadounidense ante las Naciones Unidas, John Bolton, llamó a Siria a respetar la decisión del gobierno libanés, mientras Francia, que defendió activamente la creación de este tribunal, se felicitó de la decisión del gobierno de Siniora.
La adopción del texto por parte del gobierno libanés abre la vía a un proceso de ratificación sembrado de trampas, porque puede ser obstaculizado por las partes libanesas pro sirias.
El presidente libanés pro sirio, Emile Lahud, ya calificó de «anticonstitucional» la reunión ministerial del lunes porque -según él- compromete al país en un tema fundamental sin contar con la aprobación de una de las principales comunidades, los chiítas.
El presidente Lahud también expresó recientemente fuertes reservas sobre el texto de la ONU.
El lunes, Lahud rechazó presidir el consejo de ministros consagrado al estudio del proyecto del texto definitivo sobre el tribunal, elaborado conjuntamente por expertos de la ONU y jueces libaneses.
Este texto, que tiene el valor de un tratado, aún debe ser aprobado por el Parlamento libanés y ratificado por el jefe del Estado, en acuerdo con el primer ministro.
En caso de negativa de parte del presidente, el texto, sin embargo, es «automáticamente promulgado al cabo de dos meses», dijo a la AFP el magistrado y ex ministro de Justicia Jaled Kabbani.
Kabbani, que integra la mayoría antisiria, es ministro de Educación en el actual gobierno.
La campaña de la oposición contra el gobierno se acentuó tras la renuncia el sábado de cinco ministros chiítas del Hezbolá y del movimiento Amal, dirigido por el presidente del Parlamento, Nabih Berri, para protestar contra la negativa de la mayoría antisiria de aumentar su papel en el gabinete de coalición.
El jefe del Hezbolá, Hassan Nasralá, y su aliado cristiano, el general Michel Aun, calificaron al gobierno de «ilegítimo», y dijeron que utilizarán «todos los medios permitidos por la ley» para provocar su caída.