Los cancilleres de la Unión Europea (UE) se reúnen hoy en Bruselas para discutir las complicadas negociaciones de adhesión con Turquía, con varios socios dispuestos a impulsar una suspensión de ese proceso si Ankara no cumple con sus compromisos con Chipre antes de la cumbre europea de diciembre próximo.
«Si no hay movimiento importante (de Turquía) de aquí a diciembre, quizás sería inteligente acordarse una pausa para reducir las tensiones», declaró en ese sentido la ministra austríaca de Relaciones Exteriores, Ursula Plassnik, al llegar a la reunión en la sede del Consejo de la UE.
De su lado, el canciller luxemburgués Jean Asselborn subrayó que «si Turquía no se mueve sobre Chipre, nosotros en la Unión Europea no podremos continuar como si no pasase nada».
El principal problema de las complicadas negociaciones de adhesión con Ankara es su negativa a extender su unión aduanera con la UE a Chipre, que ingresó al bloque en 2004 y al que las autoridades turcas no reconocen.
Turquía exige de su lado el levantamiento del bloqueo contra la República Turca de Chipre del Norte (RTCN), establecida en el norte de la isla y sólo reconocida por Ankara, como condición indispensable para abrir sus puertos y aeropuertos a los barcos y aviones greco-chipriotas.
Si bien evitó recomendar la suspensión de las conversaciones, la Comisión Europea amenazó el miércoles pasado con endurecer su posición en caso de que Ankara no resuelva antes de mediados de diciembre su conflicto con Chipre, mientras espera el resultado de una propuesta de la presidencia finlandesa de la UE.
Si varios países, con Chipre a la cabeza, pretenden una suspensión total de las negociaciones, otros aún no han definido su posición, como España, que reiteró hoy su firme apoyo al ingreso de Ankara al bloque y su deseo de que el proceso de negociación «avance y salga adelante».
«España apoya firmemente la adhesión de Turquía. Pensamos que Turquía es un país europeo y es un aliado, ayudará sin dudas también a estabilizar Oriente Medio y queremos que el proceso de negociaciones avance y salga adelante», dijo el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Alberto Navarro, representante español en la reunión.
Los ministros europeos también examinan hoy las conclusiones de la Comisión sobre la futura estrategia de ampliación.
La Comisión recomendó no volver a efectuar ampliaciones de la UE mientras no se reformen las instituciones del bloque, un problema vinculado con la parálisis del proyecto de Constitución desde mediados de 2005.
Esta recomendación no concierne a Bulgaria y Rumania, que entrarán en la UE el próximo 1 de enero, pero podría comenzar a aplicarse con los candidatos en tratativas, Croacia y Turquía.
Hoy, España se mostró de acuerdo con la idea de Bruselas, aunque indicó que esa reforma institucional debe plantearse «en profundidad» y contemplar la adopción de la Constitución, según Alberto Navarro.
«Para España no tiene sentido plantearse la ampliación sin una reforma en profundidad de la Unión, una unión política, de ciudadanos, de valores, que recoge el tratado constitucional», afirmó el responsable español.
«Sin Constitución no podemos plantearnos ni siquiera la ampliación. Una cosa sería Croacia, un pequeño país. Si funcionamos a 27 podemos funcionar a 28 con las mismas reglas. Pero lo que no podemos aceptar será un pequeño retoque institucional, un minitratado», agregó.