Petróleo de locos


En un editorial de este prestigiado diario, se analizó algunos comentarios y algunas expresiones soeces del presidente Chávez, que se salen del contexto de lo que debe ser un estadista. Déjeme expresarle que estoy de acuerdo, pero la reacción de Chávez es normal. Es la reacción de alguien que ve que el barco se le hunde y que puede estar en sus manos sacarlo a flote, haciéndose un poco el loco y desestabilizar la situación mundial.

Guillermo Castañeda Lee, Céd. R-19 No. 997, Teculután, Zacapa.

Cuando Chávez empezó a promocionar Petrocaribe, el precio de extraer y colocar en un barco el barril de petróleo era menos de $40 y el precio de venta era $80, o sea que si los llamados socios de Petrocaribe le pagaban la mitad y le quedaban a deber la otra mitad, pero Chávez ya habrí­a cubierto sus costos y dar ese crédito convertí­a en el magnánimo de las Américas, y el querido de los presidentes, que en su animo de pasar a la historia o de un posible continuismo, no les importa dejar a su paí­s hundido en deudas y que nuestros nietos, las paguen.

Hoy, así­ como subió el petróleo, subió todo, hasta las verduras, por lo que el costo del barril de petróleo colocado en el barco, le cuesta a Venezuela casi $50 o sea que si solo le pagan la mitad de $100 sus socios de Petrocaribe, apenas le estarí­an cubriendo los costos, pero no tiene ninguna utilidad para cubrir los gastos de su gobierno que son bastante elevados.

Si el petróleo baja de $100 en el mercado internacional, significa que Venezuela no estarí­a recibiendo ni el precio costo del barril de sus socios de Petrocaribe, lo cual serí­a la debacle y empezarí­a a incumplir los compromisos, buscando clientes que le paguen el precio completo para cubrir sus necesidades.

El único camino que le queda a Chávez es enloquecerse y empezar a buscar alguna forma de confrontación con los Estados Unidos, ya sea él interviniendo en asuntos de otros paí­ses latinoamericanos, o buscando una posible confrontación aunque sea verbal de los Estados Unidos con Rusia, esperando en Dios que esto dispare los precios nuevamente.

De no lograr sus objetivos de que suba el precio del petróleo, el barco de Chávez se le hundirá, por eso las acciones desesperadas, para ver si todaví­a logra sacarlo a flote. Como dice el dicho, cuando son cuerdos se hacen los locos para no responsabilizarse de sus metidas de pata, pero el caso de Chávez, es de un loco que se hace el cuerdo para seguir durmiéndose al pueblo de Venezuela, y a algunos guatemaltecos.