Bajo presión para que revise la política en Irak, el primer ministro británico Tony Blair pedirá hoy a Irán y Siria participar en los esfuerzos de paz en el país árabe y Medio Oriente, un día antes de prestar testimonio ante el grupo bipartidista creado en Estados Unidos sobre Irak.
La oficina del jefe del gobierno británico adelantó que en el discurso anual pronunciado hoy de noche en la City en honor del alcalde de Londres, Blair admitirá que el enfoque británico debe «evolucionar» en función del cambio de naturaleza del conflicto iraquí, cada vez más cruento.
El primer ministro argumentará en su discurso sobre política exterior que «Siria e Irán puedan contribuir a una evolución pacífica de la situación en Cercano y Medio Oriente en lugar de entorpecerla, así como las consecuencias si no lo hacen», señaló la fuente.
El discurso de Blair tiene lugar al día siguiente de un ataque en el cual cuatro soldados británicos murieron y otros tres sufrieron heridas graves en Basora, sur iraquí, elevando a 125 el número de muertos en ese país, lo que seguramente incrementará la presión sobre su gobierno para que revise su política en Irak.
Además, el llamamiento de Blair a Irán y Siria se produce en vísperas de que hable por videoconferencia con el comité del grupo de estudio sobre Irak, presidido por el ex secretario de Estado James Baker y destinado a evaluar la situación en el país árabe.
Según reportes de prensa, Blair abogará en esa videoconferencia por un diálogo con Teherán y Damasco.
Responsables británicos creen que la Casa Blanca está abierta al principio de un diálogo con Siria y que el nuevo secretario de Defensa, Robert Gates, que participó en los trabajos de la comisión de estudio sobre Irak, es favorable a reanudar contactos con Irán, reportó el diario The Guardian.
Una señal de que Blair propicia un mayor involucramiento de Damasco en los esfuerzos de paz en el Cercano Oriente es que envío a principios de noviembre a Nigel Sheinwald, uno de sus principales asesores en política extranjera, para que hablara con el presidente Bachar Al Asad y otros responsables sirios.
Un portavoz del primer ministro británico declaró en esa ocasión que Londres espera que Siria asuma «un papel constructivo» para llegar a la paz en la región y deje de apoyar a grupos radicales como Hezbolá, en Líbano.
Siria e Irán no quieren asistir a un desmembramiento de Irak y a un incremento de la violencia entra las diferentes comunidades, añadió el vocero.
En su discurso del lunes por la noche, el primer ministro insistirá que la posición británica de alineamiento con Estados Unidos en materia de Relaciones Exteriores es la única «conveniente» para el Reino Unido, pero también recalcará la necesidad de una alianza con Europa.
Blair dejará claro que aunque el «mundo está cambiando y que nuevos poderes están emergiendo», sería insensato abandonar «la relación especial» entre Londres y Washington, según los extractos del discurso divulgados por la oficina del primer ministro.
La única política exterior «británica» válida es la basada «en alianzas sólidas», incluyendo con la Unión Europea, dice Blair en su discurso. «Por esa razón, nuestra asociación con Estados Unidos y nuestra pertenencia a la UE están adaptadas precisamente a Gran Bretaña», subraya.
«Por esa razón, el antinorteamericanismo y el euroescepticismo (…) son el camino más seguro para la destrucción de nuestro interés nacional», advierte Blair, a quien muchos reprochan su «sometimiento» a la política de la Casa Blanca, que sufrió la semana pasada un terremoto político, tras ganar los demócratas el control del Congreso.