Centenario de Machado de Assis


Mural conmemorativo de Joaquim Maria Machado de Assis en el centenario de su muerte.

Hoy se cumple el centenario de la muerte de Joaquim Maria Machado de Assis, el célebre escritor brasileño que, siendo un mulato, supo retratar la decadencia del siglo XIX de la corte, así­ como retratar fielmente una sociedad, tal como lo hiciera Flaubert en Francia, sólo que con más cautela.

Redacción Cultural
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Machado de Assis fue, además, uno de los escritores en el mundo que planteó algunos recursos narrativos, como la del narrador reminiscente, que cuenta una historia que inició hace mucho tiempo atrás y que la va recordando poco a poco.

En Brasil, paí­s donde desarrolló su obra, se le recordará hoy con una serie de homenajes, además de revitalizar la lectura de sus obras. En Rí­o de Janeiro, donde residió y satirizó a su sociedad en sus libros, se llevarán a cabo actos y exposiciones por el que es, tal vez, el más universal de los escritores brasileños de hoy dí­a.

En especial, la Academia Brasileña de las Letras llevará a cabo una gran celebración, debido a que Machado de Assis fue su fundador y primer presidente.

Además, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, firmó hoy el decreto que promulga el Acuerdo Ortográfico de los Paí­ses de Lengua Portuguesa, hecho que se lleva a cabo en honor de Machado de Assis; asimismo, con el apoyo del Banco Central y la Casa de la Moneda de Brasil, se lanzó una pieza en conmemoración del centenario del autor.

Biografí­a

Joaquim Maria Machado de Assis pronunciación nació en Rí­o de Janeiro el 21 de junio de 1839, y murió en el mismo lugar hoy hace cien años.

Fue hijo de un mulato pintor de brocha gorda, descendiente de esclavos liberados, y de una lavandera portuguesa. Sin embargo, a corta edad, Machado de Assis perdió, en diferentes hechos por muerte, a sus progenitores, por lo que debió pasar su infancia con su madrastra.

De niño, incluso de adolescente, fue tí­mido, enfermizo, epiléptico y tartamudo, lo cual se le sumó a su condición de mulato, lo que le hací­a casi imposible destacar en un Brasil marcado profundamente por el racismo imperial.

Sin saber a ciencia cierta cómo lo hizo, aprendió los conocimientos básicos de las escuelas brasileñas, además de aprender idiomas, como francés, inglés y alemán; hoy dí­a, se le reconoce como autodidacto, aunque se supone que alguna persona de buena fe le dio clases particulares en forma gratuita.

Por ello, logró ingresar al mundo de las letras: imprentas, periódicos y traducciones, lo esperaban con los brazos abiertos, con lo que pudo iniciar su carrera como uno de los intelectuales y escritores brasileños más representativos del siglo XIX.

Obra

En 1864 publicó su primer libro, la colección de poemas Crisálidas. En 1869 contrajo matrimonio con la portuguesa Carolina Xavier de Novaes, hermana del poeta Faustino Xavier de Novaes y cuatro años mayor que él. En 1873 ingresó en el Ministerio de Agricultura, Comercio y Obras Públicas, como primer oficial. Posteriormente ascenderí­a en la carrera funcionarial y se jubilarí­a en el cargo de director del Ministerio de Transportes y Obras Públicas.

Pudiendo dedicarse con mayor comodidad a la carrera literaria, escribió una serie de libros de carácter romántico. Es la llamada primera fase de su carrera, en la que destacan las siguientes obras: Ressurreií§í£o (1872), A Mí£o e a Luva (1874), Helena (1876), y Iaiá Garcia (1878), así­ como las recopilaciones de cuentos Contos Fluminenses (1870), Histórias da Meia Noite (1873), las colecciones de poemas Crisálidas (1864), Falenas (1870), Americanas (1875), y las obras teatrales Os Deuses de Casaca (1866), O Protocolo (1863), Queda que as Mulheres tíªm para os Tolos (1861) y Quase Ministro (1864).

En 1881 abandonó definitivamente el romanticismo de la primera fase de su obra y publicó Memorias póstumas de Blas Cubas, que marca el iní­cio del realismo en Brasil. El libro, extremadamente atrevido, está narrado por un difunto, y comienza con una dedicatoria inusitada: «Al gusano que primero royó las frí­as carnes de mi cadáver dedico con sentido recuerdo estas memorias póstumas». Tanto Memorias póstumas de Blas Cubas como las demás obras de su segunda fase van mucho más allá de los lí­mites del realismo, a pesar de ser normalmente clasificadas en dicho movimiento. Machado, como todos los autores de genio, escapa a los lí­mites de todas las escuelas, creando una obra única.

En la segunda fase, las caracterí­sticas principales de sus obras son la introspección, el humor y el pesimismo en relación a la esencia del hombre y su relación con el mundo. Las obras principales son: Memorias póstumas de Blas Cubas (1881), Quincas Borba (1892), Don Casmurro (1900), Esaú e Jacó (1904), Memorial de Aires (1908), y las recopilaciones de cuentos Papéis Avulsos (1882), Várias Histórias (1896), Páginas Recolhidas (1906), Relí­quias da Casa Velha (1906), y el libro de poemas Ocidentais. En 1904 murió Carolina Xavier de Novaes, y Machado de Assis escribió uno de sus mejores poemas, Carolina, en homenaje a su fallecida esposa. Solitario y triste tras la muerte de su mujer, Machado de Assis murió el 29 de septiembre de 1908, en su vieja casa del barrio carioca de Cosme Velho.

Considerado el padre del realismo en Brasil, escribió obras memorables, como Memorias póstumas de Blas Cubas, Don Casmurro, Quincas Borba y varios cuentos, entre los que destaca el cuento largo El alienista, que trata el tema de la locura. Escribió también poesí­a y fue un activo crí­tico literario, además de ser uno de los creadores de la crónica en Brasil. Fundó la Academia Brasileña de Letras.

* Con información de servicios noticiosos e Internet.