Ecuador: próxima partida


Campaña. ílvaro Noboa, candidato presidencial de Ecuador, que encabezó la primera ronda, realiza campaña proselitista en un barrio bajo de Quito.

Ecuador será en dos semanas el escenario donde la derecha y la izquierda jueguen su última partida electoral en 2006 antes de la probable reelección del presidente venezolano, Hugo Chávez, cuya influencia marcó el retroceso y avance de cada una de las corrientes en la región.


La segunda vuelta electoral ecuatoriana completará el mapa regional bajo la era Chávez, quien también espera su turno en las urnas el 3 de diciembre para renovar el gobierno de ocho años, a través del cual extendió en Sudamérica la izquierda dura y contestataria contra Estados Unidos.

Por ahora el año electoral -que coincidentemente terminará en el patio de Chávez- mantiene en punto de equilibrio la disputa entre las dos fuerzas.

La izquierda perdió este año en México, Colombia y Perú, pero ganó en Brasil y Nicaragua.

Con diversos matices, distintos partidos con discurso de izquierda gobiernan en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y Venezuela.

Nicaragua, el más reciente de los paí­ses que pasó el examen electoral, se inclinó nuevamente por la segunda tendencia en representación de un viejo conocido, Daniel Ortega, ex guerrillero y enemigo de Estados Unidos en la época de la Guerra Frí­a.

«En América Latina las elecciones están definiendo el resurgimiento de una nueva izquierda que ya no se agota en su viejo paradigma de justicia social con igualdad, sino que ahora propone un estado liberal que no puede existir sin la práctica ciudadana», dijo a la AFP Patricia de la Torre, directora del observatorio polí­tico de la Universidad Católica de Quito.

En al menos dos de los cinco paí­ses que celebraron elecciones, Chávez apostó y perdió.

Primero tropezó en México, donde el ex alcalde Manuel López Obrador debió resignarse ante el cuestionado triunfo del derechista Felipe Calderón, blanco de la rabia chavista.

Luego el mandatario, más frontal, apoyó al nacionalista Ollanta Humala en su lucha con el socialdemócrata Alan Garcí­a por el poder en Perú, atacando sin misericordia al ex mandatario, quien se apoyó en la «intromisión venezolana» para apuntalar la victoria.

Y ahora viene Ecuador, donde Chávez decidió intervenir a última hora luego de contenerse en la primera vuelta. Pero esta vez con un cambio de estrategia: antes que respaldar prefirió atacar al rival de su potencial aliado, Rafael Correa.

De lo que ocurra en el balotaje presidencial del 26 de noviembre podrá concluirse si Chávez terminó convirtiéndose en el efecto «kriptonita» que alteró la polí­tica latinoamericana, como estiman analistas citados por la prensa.

«Todos han sido en su momento favoritos en las encuestas, pero cuando Chávez se les arrima, se debilitan, igualito a Superman cuando Lex Luthor le pasaba por las narices las rocas verdes que anulaban sus extraordinarios poderes», escribió la columnista colombiana Marí­a Isabel Rueda en la revista Semana.

Por su parte el sociólogo y analista polí­tico Hernán Reyes, de la Universidad Andina de Quito, consideró exagerado relacionar los procesos electorales con un plebiscito de la nueva izquierda porque a su juicio las tendencias que la contienen son muy variadas.

«Se habla de que Latinoamérica va hacia una izquierda moderna, pero esa idea es extrema porque la situación polí­tica de la región es bastante compleja y la suerte de la tendencia izquierdista es imprevisible», comentó a la AFP.