Nadie ha ganado aún


La mayorí­a de los diarios nacionales de ese paí­s ofrecieron análisis cautos sobre el debate de anoche, sin declarar ganador.

El primer debate entre los candidatos a la Casa Blanca Barack Obama y John McCain se cerró sin un claro triunfador, pero para el senador demócrata la cita le permitió superar el umbral más importante que buscaba y lucir atributos de presidente.


Por algunos momentos la discusión se tornó álgida cuando los temas lo exigí­an.

Tanto republicanos como demócratas se adjudicaron la victoria. Inmediatamente, los programas de televisión se llenaron de analistas de ambos partidos que destacaron los aspectos que más favorecí­an a cada uno de los candidatos: los republicanos la cuestión de la seguridad nacional, los demócratas el tema de la economí­a.

Pero algunos analistas independientes aclararon que pese al equilibrio, Obama pudo haber sido quien más haya ganado al mostrarse ante el gran público con apariencia de presidente.

La analista polí­tica de la Universidad de Indiana, Marjorie Hershey, dijo que este debate le recordó al de 1980 entre el entonces debilitado presidente demócrata Jimmy Carter y su desafiante republicano, el ex actor Ronald Reagan.

«Muchos estadounidenses estaban muy cansados en 1980 del gobierno de Carter, pero no conocí­an lo suficiente a Ronald Reagan como para confiar en que podrí­a asumir las funciones de presidente», dijo.

«Tras su desempeño en el debate, muchos televidentes aparentemente creyeron que Reagan era suficientemente «presidencial»» como para ser votado.

«Mi sospecha es que eso es lo que pudo haber pasado (en este debate) con mucha gente que está harta del gobierno de (el presidente, George W.) Bush pero no estaba demasiado segura respecto a las credenciales de Obama», agregó.

Los comentaristas opinaron que Obama pudo defender sus propuestas en materia de seguridad nacional contra su rival McCain, un legislador de 72 años mucho más experimentado, y que lanzó numerosos golpes a la mandí­bula presentando la guerra en Irak como un fracaso general de la polí­tica exterior del Partido Republicano.

McCain replicó recordando la inexperiencia de su rival demócrata e incluso atacando la «ingenuidad» de Obama.

Pero el hombre que aspira a convertirse en el primer presidente negro de Estados Unidos apeló una y otra vez al legado del gobierno de Bush, intentando hacer lucir culpable a McCain por asociación.

La crisis en Wall Street fue el «veredicto final de ocho años de polí­ticas económicas fracasadas», y durante la invasión a Irak, Bush y McCain dejaron que la red terrorista Al Qaida pudiera recuperar sus peligrosos tentáculos en Afganistán, argumentó el demócrata.

Las circunstancias favorecieron a Obama, ya que debido a la crisis financiera McCain mantuvo en duda su participación en el debate hasta último momento, al decidir participar en las negociaciones para aprobar un plan de rescate financiero propuesto por el gobierno.

Aunque el intercambio de ideas debí­a centrarse en polí­tica exterior, ambos discursos de apertura estuvieron dedicados a la crisis económica y las negociaciones en el Congreso.

Más allá de lo que digan los analistas, un sondeo realizado telefónicamente por CNN y Opinion Research Corp. inmediatamente después de concluido el debate le dio la victoria a Obama entre 524 consultados. Consultados sobre quién estuvo mejor, el 51% dijo que Obama y el 38% señaló a McCain.

Además, el aspirante demócrata también tuvo la delantera en temas especí­ficos, como manejo de la economí­a (58 a 37%) y la guerra en Irak (52 a 47%), según este sondeo.

Otro sondeo rápido, realizado por CBS News y Knowledge Networks, entre 500 consultados, le dio la ventaja a Obama por 39% contra 24% de McCain. El restante 37% dijo que fue un empate.

«Al comienzo, respecto a la economí­a, Obama pareció más fuerte y enfocado en su intento por atar a McCain con Bush», dijo la profesora de Gobierno del Dartmouth College, Linda Fowler.

«La percepción de la gente estará definida por la mitad del debate a la que le prestó atención», opinó.

«Obama hizo un buen trabajo argumentando que McCain y el gobierno de Bush estaban tan obsesionados por Irak que el árbol no los dejó ver el bosque».

«Pero al mismo tiempo, los comentarios de cierre de McCain sobre estar listo para liderar fueron simples, desde el corazón y bastante efectivos», agregó la analista.

Michael Traugott, experto en estudios en comunicación del Centro de Estudios Polí­ticos de la Universidad de Michigan, dijo: «si la gente esperaba un golpe de nocáut en este debate, eso no ocurrió».

«Pero teniendo en cuenta que la polí­tica exterior debí­a ser el área de fortaleza de McCain, fue importante para Barack Obama mostrar que tení­a competencia y dominio de los hechos en los principales temas para la polí­tica estadounidense en el mundo», argumentó.

La mayorí­a de los diarios nacionales de Estados Unidos ofrecieron análisis cautos sobre el debate este sábado, sin declarar ganador.

The New York Times dijo en su editorial que el debate fue «un alivio de la asquerosidad de la campaña».

¿CAMBIO O CONTINUIDAD?


El candidato demócrata a la Casa Blanca Barack Obama afirmó el sábado que «millones de estadounidenses» vieron, durante el debate que lo opuso al republicano John McCain, la «opción fundamental» de estas elecciones: «el cambio» o «el mantenimiento de la misma polí­tica».

«Acabo de terminar mi primer debate con John McCain. Millones de estadounidenses finalmente tuvieron la oportunidad de vernos proponer una opción fundamental para estas elecciones: el cambio que necesitamos o el mantenimiento de la misma polí­tica», dijo Obama en un correo electrónico dirigido a sus seguidores.

«Propondré una reducción de impuestos para las clases medias, un seguro de salud abordable y una nueva polí­tica energética que creará millones de empleos», afirmó Obama en ese texto.

«John McCain quiere mantener enormes reducciones impositivas para las grandes compañí­as y no ofreció ninguna solución para los problemas que deben enfrentar los estadounidenses en su vida cotidiana», estimó el senador de Illinois.

«Pondré fin a la guerra en Irak de manera responsable y concentraré mis esfuerzos para vencer Al-Qaida y los talibanes y restaurar el lugar de Estados Unidos en el mundo, luego de ocho años de polí­ticas desastrosas», prometió Obama retomando los temas que desarrolló el viernes por la noche durante el primer debate televisivo de la campaña presidencial.

«John McCain desea una intervención sin fin en Irak y se niega a reconocer el resurgimiento de la amenaza en Afganistán», deploró el candidato demócrata.

«John McCain realmente no tiene otra cosa para ofrecer que las mismas recetas de (George W.) Bush, que ya fracasaron en Estados Unidos y en el extranjero, y que él apoyó el 90% de las veces en el Senado», dijo Obama.

«Los estadounidenses necesitan un cambio ahora», insistió el candidato demócrata pidiendo a sus seguidores «organizarse a nivel local» para convencer a los electores todaví­a indecisos, a 38 dí­as de las elecciones presidenciales del 4 de noviembre.