Sea para desviar problemas insolubles o para aumentar caudal polí­tico a futuras elecciones, lo cierto es que pocos serán los afortunados y no por mucho tiempo, puesto que el hambre y sus carencias forman un problema profundo regado por todo el paí­s, y su alivio real será después de décadas de lucha, trabajo personal, y de inversiones productivas generadoras de empleos. La Cartera de Finanzas Públicas armó su presupuesto, con transferencias, de fondos de varios Ministerios, Educación, Comunicaciones, y para los damnificados de la tormenta Stan, etcétera. El Programa de Cohesión Social no debe usar fondos ya destinados a otros renglones, sino proponer los suyos de otras fuentes, como lo demandan las normas o leyes formativas de un presupuesto cualquiera, salvo emergencias.