Miles de personas se lanzaron a las calles de Ankara el sábado para dar su último adiós al ex primer ministro turco Bulent Ecevit, admirado por su intachable honestidad durante una carrera política de cinco décadas, pero mejor recordado por enviar tropas turcas a Chipre en 1974.
Una serie de ceremonias que comenzaron el sábado culminarán con un funeral de Estado tras las plegarias organizadas en la mezquita de Kocatepe, la mayor de Ankara.
El Parlamento aprobó una ley especial esta semana para permitir la celebración de esta ceremonia en honor a Ecevit, normalmente reservada a ex jefes de Estado, así como para que sea enterrado en el cementerio nacional junto a otros ex presidentes.
Los restos de Ecevit, fallecido el domingo pasado a los 81 años, fueron transportados desde la clínica militar donde murió hasta la sede del Partido de la Izquierda Democrática (DSP), la última formación política que el padre de la socialdemocracia turca dirigió hasta 2002.
Un servicio religioso con la participación de varios altos dignatarios políticos y militares tuvo lugar en la clínica.
Numerosos simpatizantes de Ecevit y de su causa política esperaban en el frío ante la sede del DSP, armados de pancartas con su retrato y de banderas turcas y del partido, de color azul y blanco, para darle un último saludo.
El féretro, acompañado de un cortejo, llegó luego al Parlamento, donde Ecevit fue elegido diputado por primera vez en 1957.
El jefe de Estado, Ahmet Necdet Sezer, el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, así como su principal rival político, el ex primer ministro y ex presidente de la República Suleyman Demirel asistieron a una breve ceremonia.
Kenan Evren, el hombre fuerte del golpe militar de 1980, tras el cual Ecevit fue brevemente encarcelado y privado de hacer política, también estuvo presente.
Ecevit fue cinco veces primer ministro hasta 2002, cuando perdió los comicios contra el actual jefe de gobierno y se retiró de la vida política.
Es recordado principalmente por haber ordenado en 1974 a las tropas turcas intervenir en Chipre, en respuesta a un golpe de Estado de los ultranacionalistas grecochipriotas, apoyados por la junta entonces en el poder en Atenas, que deseaba volver a anexar la isla a Grecia.
La policía adoptó importantes medidas de seguridad para garantizar el orden durante los funerales, que coinciden con un gran congreso del Partido de la Justicia y del Desarrollo (con raíces islamistas), en el poder. Unos 10.000 agentes serán desplegados, indicó la prensa local.
Pese a una carrera con altibajos, Ecevit nunca perdió la popularidad gracias a sus impecables modales, estilo de vida modesto e intachable honestidad en el mundo de la política turca, minado por la corrupción.
Ex periodista, también fue poeta y traductor, en su juventud, de Rabindranath Tagore y T.S. Eliot.
Entre quienes lo recordarán está su esposa Rahsan, su novia desde la adolescencia y larga compañera en la política.