Sin acceso a letrinas adecuadas


Ante las dificultades gastrointestinales de los niños, por donde pasa la discusión sobre el uso de las letrinas, el consumo de medicinas desparasitantes es una solución que apenas aporta para reducir el problema.

Según el último Censo sobre Población (2002) el 80% de la población rural del paí­s no posee acceso a instalaciones mejoradas con saneamiento (inodoro y/o excusado lavable), cuyas cifras se agudizan en cinco departamentos: Alta Verapaz, Sololá, Totonicapán, Quiché y Petén.

Ligia Flores
lahora@lahora.com.gt

Los servicios de saneamiento, en conjunto con el acceso a agua potable conforman dos de las medidas más significativas para combatir la pobreza, la desnutrición crónica, la mortalidad y morbilidad materno-infantil y la deserción escolar, sin embargo, existe un gran porcentaje de la población que carece de ambos servicios.

Según cifras oficiales, aproximadamente unos tres millones de habitantes no tienen el servicio público de agua potable, mientras que unos seis millones no cuentan con saneamiento.

De acuerdo con Guillermo Duarte, jefe del departamento de Salud y Ambiente del Ministerio de Salud Pública (MSPAS) la instalación de letrinas en esas áreas es complicada, ya que se requiere educar a las personas para que hagan un uso adecuado de los servicios.

Según el funcionario, el desconocimiento que la población tiene sobre estos servicios genera poco impacto en el mejoramiento del saneamiento ambiental, ya que muchas veces las personas estiman que es complicado el uso de tales instalaciones, y en ocasiones no las usan.

A criterio de médico Mario Peña, coordinador de programas de Feed the Children, «tiene que haber una educación, para poder convencer a la gente para que lo usen como un medio de salud, no es solo un recolector de heces», señaló.

Peña advierte que la carencia de este servicio es una de las principales razones que más incide en las enfermedades gastrointestinales, por lo que requiere atención inmediata.

Fase educativa

Duarte indicó que existe un programa educativo que pretende instruir a la población más joven, por lo que se enfocan en la población infantil que asiste a las escuelas rurales primarias, del noroccidente, suroccidente y la Costa Sur, donde existe «mayor resistencia».

«Estamos haciendo modelos demostrativos, con letrinas mejoradas lavables. Vamos a una comunidad, tomamos tres viviendas y dejamos que conozcan su uso. El proyecto se realiza en toda la Costa Sur, San Marcos, Huehuetenango, Sololá, Quiché, Alta y Baja Verapaz, así­ como en Chiquimula», manifestó el entrevistado.