LA RIQUEZA DE UN POBRE


Es verdad; soy pobre, pero en mi alma tengo un cielo de paz que muchos millonarios ni siquiera se imaginan que existe.

César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Carezco de riquezas materiales, mas poseo un tesoro de valor incalculable: la libertad, don bendito que sólo disfrutamos los que hemos dejado de tener vicios y ambiciones desmedidas.

Vivo en la escasez; sin embargo, cuento con la satisfacción que el trabajo honrado produce en quienes así­ nos ganamos el pan diario.

Mis bienes son pocos, pero soy dueño de una alegrí­a muy grande, obtenida gracias a la sencillez, al amor familiar y a la práctica de las virtudes.

Sí­; mis necesidades son muchas; no obstante eso, en mi mesa siempre hay alimento, en mi corazón, felicidad, y en mi interior, una inmensa gratitud a Dios, porque a pesar de mi pobreza, ¡soy muy rico!