Analizan situación tras guerra ruso-georgiana


Los presidentes de Rusia y las regiones que proclamaron su independencia de Georgia, se reunieron en Moscú.

Los ministros de Defensa de la OTAN se reunirán mañana y viernes en Londres por primera vez desde la guerra ruso-georgiana de agosto, una ocasión que les permitirá examinar las consecuencias militares del nuevo clima de confrontación con Moscú.


La reunión debí­a estar consagrada en principio a una reflexión sobre la modernización de las estructuras militares de la OTAN y sus equipamientos, pero el orden del dí­a cambió por la irrupción de la crisis en Georgia.

En ese marco, los ministros de los 26 paí­ses aliados iniciarán el encuentro mañana por la noche con «una cena de trabajo sobre las implicaciones de la actual situación estratégica para la OTAN», explicó el portavoz de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, James Appathurai.

Se trata de saber «cómo tomar en cuenta» la nueva situación tras el conflicto que estalló el 7 de agosto, resumió el vocero.

«El reconocimiento por parte de Rusia de las dos repúblicas separatistas georgianas» de Abjasia y Osetia del Sur, el 26 de agosto pasado, «es por definición una modificación de las fronteras por la fuerza», subrayó Appathurai.

«Es eso lo que preocupa a los aliados», agregó.

En ese marco, el secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, podrá informar a los ministros de la visita del Consejo del Atlántico Norte (que reúne a los embajadores de los 26 aliados) que encabezó el lunes y ayer a Tiflis.

Según el vocero Appathurai, los ministros de la OTAN abordarí­an durante la cena una adaptación del dispositivo de la OTAN para defender a tres de sus miembros más vulnerables, los paí­ses bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) vecinos de Rusia y cuyos ejércitos son muy reducidos.

«Los paí­ses de la OTAN quieren una relación normal con Rusia, No quieren que un viento frí­o sople a través de Europa y cree dificultades», insistió.

Sin embargo, el portavoz confirmó que la asociación con Rusia, y la celebración del Consejo OTAN-Rusia a nivel de embajadores, seguí­an suspendidos.

Las relaciones entre la OTAN y Rusia no serán normalizadas hasta que Moscú no cumpla «en la letra y en el espí­ritu» los acuerdos con la Unión Europea (UE) sobre la retirada de las tropas rusas de Georgia, indicó.

Esto no aperece como muy probable, en particular tras el anuncio del presidente ruso Dimitri Medvedev de que su paí­s aportará «apoyo» armado a Abjasia y Osetia del Sur y no tolerará una «nueva aventura militar» en su contra.

En virtud de acuerdos firmados hoy en Moscú, las tropas rusas patrullarán con las fuerzas separatistas las fronteras de ambas regiones con Georgia.

Como lo explicó nuevamente hoy el embajador ruso ante la OTAN, Dimitri Rogozin, para Moscú la presencia de 7.600 soldados rusos en Abjasia y Osetia del Sur no contradice los acuerdos con la UE sobre la retirada a las posiciones anteriores al 7 de agosto. Ese dí­a, Tiflis lanzó una operación militar para recuperar el control de Osetia del Sur. Moscú respondió con una masiva intervención militar.