La coalición pro occidental en el poder en Ucrania estalló hoy sumiendo al país en una nueva tormenta política que podría desembocar en la dimisión de la primera ministra, Yulia Timoshenko, y en nuevas elecciones legislativas.
«Declaro oficialmente el fin de la coalición de las fuerzas democráticas en el Parlamento, formada por el partido Nuestra Ucrania-Autodefensa Popular y el Bloque Yulia Timoshenko», anunció el presidente del Parlamento ucraniano, Arseni Iatseniuk, ante los diputados.
El anuncio consuma el divorcio político entre el partido del presidente Viktor Yushenko y el bloque de la primera ministra.
Es de esperar que Timoshenko presente su dimisión y ejerza sus funciones de forma provisional hasta que se forme un nuevo gobierno, en virtud del acuerdo de coalición, que no fija fecha límite alguna. Sin embargo la primera ministra no parece decantarse por esta vía.
«El gobierno trabajará mucho tiempo y con éxito pese a todas las tempestades (…) pues es una tormenta en un vaso de agua», declaró, optimista, la primera ministra ucraniana tras el anuncio de la caída de la coalición.
Los conflictos permanentes entre el jefe de Estado y la jefa de Gobierno -probables rivales con vistas a la elección presidencial prevista a finales de 2009 o inicios de 2010- se exacerbaron durante el breve conflicto armado entre Rusia y Georgia a principios de agosto pasado.
Yushenko apoyó a Georgia, una ex república soviética como su país, en tanto que Timoshenko evitó criticar abiertamente a Rusia, por lo cual fue acusada por la presidencia de «alta traición» en favor del Kremlin.
A inicios de septiembre, el bloque de Timoshenko adoptó en el Parlamento, junto con la oposición pro rusa, una serie de leyes que reducen los poderes del jefe de Estado. Como represalia, el partido de Yushenko anunció de inmediato su intención del retirarse de la alianza que formaba con el bloque de la primera ministra.
A día de hoy se barajan dos escenarios: una alianza entre Timoshenko y los prorrusos del Partido de las Regiones -que podría ser muy mal recibido por los partidarios de ambas formaciones- o la convocatoria de nuevas elecciones legislativas, de resultado incierto, tras las de septiembre de 2007, que ya fueron anticipadas.
El bloque de Timoshenko mencionó ayer una tercera posibilidad: una nueva coalición prooccidental con la participación del pequeño bloque Litvin.
Una opción que la presidencia y el diputado Volodimir Litvin -líder de esta fuerza- consideraron hoy viable, sin por ello convencer a los expertos.
«Soy muy escéptico frente a esta variante. Sin una reconciliación personal entre Yuchenko y Timoshenko no habrá ninguna nueva coalición», comentó el politólogo Volodimir Fesenko.
El partido de Yushenko afirma estar convencido de que se formará una nueva coalición «pro Kremlin» entre el bloque de Timoshenko y el Partido de las Regiones.
Por su parte, Viktor Yanukovich -líder del Partido de las Regiones- se declaró contrario a la organización de elecciones legislativas anticipadas y llamó a los partidos políticos a unirse.
Yushenko había amenazado con convocar elecciones anticipadas si, como lo exige la Constitución, no se registra una nueva alianza gubernamental en un periodo de 30 días después de la disolución de la anterior, es decir a mediados de octubre.