Conforma una tradición, contra viento y marea. A tono con el modernismo de usos y costumbres, hace años. Sin faltar los peros, hay acuerdo en unos y desagrado en otros, referente a su realización. Máxime ahora en plena crisis económica y frescas las heridas de fenómenos naturales, causantes de problemas.
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Atruenan el espacio y provocan mayor contaminación ambiental, tipo audial. Resulta que tal práctica se lleva a cabo con bastante antelación, a modo de ensayos del desfile escolar en homenaje a la emancipación política de España, en desmedro manifiesto de los niveles cognoscitivos y afectivos.
Sobrepasa el sonido de trompetas también y otros instrumentos metálicos de viento. Por cuanto que esta acción la hacen con menos tiempo, que es oro. En razón de necesitarse poco para la afinación, y finalmente acoplarse junto a los redoblantes, aunque siempre sale a luz el menoscabo del proceso educativo.
Actividad controversial de parte de padres de familia, pues los gastos impactan la débil economía prevaleciente en los hogares guatemaltecos. Es una realización extraescolar. Dentro de los planteles significa un distractor preponderante, imposible de coexistir pacíficamente, excepto fuera de los mismos.
Considerable cantidad de colegios privados e institutos oficiales, al empuje del desarrollo y evolución, cuentan con su propia banda escolar. Calificativo sin sentido hacia la formación completa fue el errático nombre de bandas de guerra. Denominadas así con lujo y ostentación, destinado al relumbrón.
Apropiado y directo a una auténtica atmósfera de paz encaja muy bien ahora cuando respiramos aires diferentes en cierto grado. Capaces de influenciar en los objetivos generales de la educación formal, urgida de complementos ad hoc. Dicho giro viene a ser por demás de suma importancia, sin duda alguna.
La participación femenina da el toque de simpatía, donaire y atractivo a las bandas escolares, intervienen como instrumentistas destacadas, edecanes y como batonistas, además de gimnastas exclusivas, a manera de elementos distinguidos en el grupo de desfilantes entusiastas, también llenas de patriotismo.
Motivo de señalamientos es la actividad de bandas escolares, si tomanos en consideración el factor monetario -reitero- que mueve a la meditación infaltable. Gastos extras del uniforme, calzado y restantes aspectos relacionados con el desfile del 15 de septiembre, que contribuye con un sello nacionalista.
A consecuencia del crecimiento poblacional, la demanda escolar es un problema enorme la satisfacción de la misma en toda su magnitud. Hoy en día ha crecido y rebasado los límites el hecho de funcionar bandas escolares en 1a mayoría de zonas capitalinas que atruenan el espacio, justo en el momento de los ensayos.
Creemos que en cambio están a la deriva la formación de valores humanos que implican conocer los derechos y obligaciones ciudadanos. El actual estado de cosas cobra importancia al aproximarse un aniversario de nuestra emancipación política. Enfatizar sobre el civismo es cuestión de suma importancia manifiesta.
Independientemente del caso de las referidas bandas escolares y su sonar de redoblantes dondequiera, yo pregunto se está dando importancia a los temas cívicos e históricos que suelen quedar bastante a la zaga, es algo que preocupa sobremanera. Retomar o reforzar esas unidades programáticas, vale la pena.