Fueron capturados en 1998, acusados de espionaje y supuestas acciones terroristas. Los Cinco cubanos que residían en Miami, Florida, y que se habían infiltrado en grupos anticastristas, cuyo principal objetivo era la agresión contra Cuba, cumplen hoy diez años de estar en prisión por delitos que no fueron probados durante su juzgamiento.
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Santiago Feliú, consejero político de la embajada de Cuba en Guatemala, se refirió, en una conversación con Diario La Hora, a la conmemoración del décimo aniversario, y sobre todo, a las irregularidades que se suscitaron durante el proceso, las «absurdas» y «terribles» condenas que recibieron, así como al drama de las familias que no han podido verles.
Durante la plática, Feliú destacó entre otros aspectos, el doble rasero de las noticias norteamericanas, que mantuvieron el secretismo del caso e impidieron que el pueblo estadounidense conociera la verdad de los hechos.
Empero, el consejero fue categórico y enfático, al expresar que «se está perdiendo credibilidad en el mismo sistema de justicia (norteamericano), porque este es un juicio político. (…) Pero Cuba no va a parar hasta que regresen los Cinco».
Un juicio hostil
El principal señalamiento que se expone como violación al debido proceso, es que el juicio no debió desarrollarse en Miami, ya que no era lo indicado efectuar tal actividad en «una jurisdicción hostil al acusado».
Según ha dicho uno de los abogados defensores, la fiscalía influyó en la reafirmación de los prejuicios contra los acusados.
Desde el principio, los abogados de los Cinco impugnaron, debido a la necesidad de hacer un nuevo juicio ya que el sitio donde se celebró desnaturalizó la posibilidad de hacer un proceso justo.
«En el condado Dave, Miami, está la comunidad cubana más recalcitrante, la que salió de Cuba a inicio de los años 60, quienes estaban vinculados al régimen que fue depuesto por el gobierno revolucionario, a los grupos mafiosos, a los grandes grupos de poder económico que fueron perjudicados por la revolución», aseveró Feliú.
Sentencia
«Las sentencias son tremendamente brutales», dice Feliú, quien considera que tales sanciones «son lo más estúpido que pueda oír el razonamiento humano».
Entre el 11 y 12 de diciembre se desarrollan las audiencias donde se dictan dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión contra Gerardo Hernández (La Habana 1965), acusado de los delitos de conspiración para cometer asesinato en primer grado.
El 13 de ese mes, Ramón Labañino (La Habana, 1963) también es condenado a cadena perpetua más 18 años de cárcel, por conspirar para cometer espionaje.
A Fernando González (La Habana, 1963), la suerte le fue menos cruel: es condenado, entre el 17 y 18 del mismo mes, a 19 años en prisión por conspiración, obtención y uso de documentación falsa y utilización ilegal de documentos de identificación, también por ser agente extranjero no declarado.
René González (Chicago, 1963) es sentenciado a 15 años, se le imputó por conspirar y por ser agente extranjero no declarado.
El 27 de diciembre, a Antonio Guerrero (Miami, 1958) también le es impuesta una cadena perpetua acusado de conspiración, conspiración para cometer espionaje y agente extranjero no declarado.
División para quebrantarlos
Desde el inicio fueron encerrados en celdas separadas. Incluso, estuvieron cautivos en calabozos de castigo. También se les negó la comunicación con sus abogados y la visita de sus familias.
«Se trató de dividirlos, se montaron farsas como si René hablara mal de Tony, o Gerardo hablara mal de Ramón. Todo esto ha sido falso, el mismo hecho de aislarlos en celdas separadas, porque, pese a que cayeron presos en una misma redada, en ningún momento les ha permitido estar juntos», contó Feliú.
A Gerardo no le han concedido visitas de su esposa desde hace más de tres años. El caso de Ramón es dramático, ya que su hija más pequeña no lo conoce, ella tiene once años y nunca le han permitido visitarlo.
«La presión en el caso de las mujeres y las familias se hizo para quebrarlos en su fe y en su convicción», aseguró el entrevistado.
Campaña de silencio
«Lo peor de todo esto es que el pueblo norteamericano desconoce lo que está pasando. Ha habido una campaña de silencio hacia lo interno de Estados Unidos durante estos 10 años que ha hecho prácticamente imposible que rompamos esta barrera», dice Santiago Feliú.
En este aspecto se criticó el «silencio» de toda la prensa estadounidense, ya que ningún medio dio cobertura durante los seis meses que dilató el juicio y mucho menos, luego de las «irracionales sentencias».
Empero, Feliú estima que «ya no se trata sólo de hablar de la difusión y de explicar, sino de discutir en concreto de la batalla por el regreso de los Cinco».
En Guatemala se efectuarán varias acciones impulsadas por grupos solidarios residentes en el país:
14:00 horas, plantón frente a la embajada de Estados Unidos
Por aparte, la embajada cubana ofrecerá un acto conmemorativo en sus instalaciones a las 19:00 horas, donde se condecorará con la Orden de Solidaridad a Alfonso Bauer Paiz, por su inquebrantable, consciente y consecuente trayectoria revolucionaria.
Capturados en 1998, declarados culpables el 8 de junio de 2001. Fueron sentenciados en diciembre del mismo año.
El 2 de septiembre de 2008, la Corte de Atlanta, en Georgia, ratificó la decisión adoptada el 04 de junio de 2008 por el panel de tres jueces encargado por la corte de examinar el caso, el mismo panel que en 2005 revocó las condenas de los cinco y ordenó un nuevo juicio.
Tienen hasta diciembre de este año para elevar el caso a la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, para que el caso sea revisado.