El presidente venezolano Hugo Chávez arremetió contra el gobierno estadounidense tras denunciar la existencia de un complot cívico-militar en su contra y expulsó al embajador de Washington, al tiempo que auguró «días y semanas difíciles» para su proyecto revolucionario.
La jornada de alta tensión política comenzó ayer en la madrugada, cuando se reveló en un programa de la televisión estatal la grabación de una conversación entre militares retirados planeando un golpe de Estado y el asesinato de Chávez.
La reacción gubernamental fue inmediata y generó varias intervenciones públicas del presidente en cadena de radio y televisión.
El mandatario acusó a la «oposición política desesperada», a «la oligarquía» y «al imperio norteamericano» de estar detrás de estas maniobras de desestabilización, no sólo en Venezuela sino «en países hermanos» como Bolivia, donde su amigo y aliado Evo Morales enfrenta una férrea oposición política.
Chávez denunció que Washington intenta derrocar a Morales, quien dispuso la expulsión del embajador estadounidense de La Paz.
«Si a Evo lo derrocaran, lo mataran, sepan los golpistas de Bolivia que me estarían dando luz verde para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia», alertó el presidente venezolano.
Horas más tarde, Chávez fue aún más lejos en sus advertencias al gobierno del presidente George W. Bush y en una intervención pública anunció la expulsión del representante diplomático de Estados Unidos en Venezuela, Patrick Duddy, a quien intimó a abandonar el país en 72 horas.
«A partir de este momento tiene 72 horas el embajador yanqui en Caracas para salir de Venezuela, en solidaridad con Bolivia», alegó el mandatario.
«Váyanse al carajo, yanquis de mierda», espetó Chávez en su alocución.
Además, amenazó a Washington con suspender los suministros de petróleo en caso de que Estados Unidos intentara «alguna agresión contra Venezuela».
«Si viniera alguna agresión hacia Venezuela, no habrá petróleo para el pueblo de Estados Unidos», el principal comprador de crudo a este país sudamericano, donde adquiere un promedio de 1,1 millones de barriles diarios, según cifras de la Administración de Información de Energía estadounidense.
El ministro de Defensa venezolano, general Gustavo Rangel, informó a la prensa que «la fiscalía militar ya está investigando» a los oficiales implicados en el presunto complot contra el gobierno y dijo que «en su mayoría son personal retirado, pero hay algunos en actividad».
Aseguró además que los «cuarteles están tranquilos y se trabaja con normalidad». «Tenemos las armas y tenemos el control», precisó Rangel.
Por su lado, el fiscal militar Ernesto Cedeño, indicó que dos altos oficiales retirados serán procesados por «instigación a la rebelión», en tanto se indaga a otros cuatro militares de alta graduación y ocho militares más «están ubicados y (…) serán llevados» a interrogatorio en las próximas horas.
Chávez culminó la jornada en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas, donde una multitud se congregó para expresarle su apoyo y solidaridad.
El presidente agradeció la presencia de sus seguidores y les informó que su gobierno ya está actuando contra los implicados en el intento de golpe de Estado.
«Ya hay algunos detenidos y otros están huyendo como las ratas, pero no podrán con Venezuela los yanquis y pitiyanquis», señaló.
Chávez arengó a la multitud y les advirtió que «los próximos días, las próximas semanas van a ser difíciles, pero resistiremos la agresión imperialista».
La denuncia del complot y la expulsión del embajador de Estados Unidos, se produjo después de que se anunciara la presencia desde el miércoles pasado en el país de dos bombarderos estratégicos rusos TU-160 con el objetivo de realizar «vuelos de entrenamiento».
«Es un aviso. Rusia está con nosotros (…) Somos aliados estratégicos. Es un mensaje al imperio. Venezuela ya no es aquella pobre y solitaria», destacó Chávez ayer en un acto público.
Venezuela y Rusia tienen previsto efectuar por primera vez maniobras navales conjuntas en el Mar Caribe en noviembre próximo.
Estados Unidos considera expulsar al embajador de Venezuela en represalia por la decisión del presidente venezolano Hugo Chávez de expulsar al representante de Washington en Caracas, informó hoy un responsable norteamericano.
Consultado sobre si Washington consideraba expulsar al embajador venezolano, el responsable dijo: «Sí, definitivamente»
Ayer Chávez había dado instrucciones en público a su canciller, Nicolás Maduro, para que dispusiera el regreso inmediato del embajador.
«Señor canciller Maduro, mande por nuestro embajador antes de que lo echen de allá. Que regrese a la patria», ordenó el presidente venezolano.
El Tesoro estadounidense anunció hoy sanciones contra dos altos funcionarios del gobierno venezolano, a quienes acusa de «ayudar materialmente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el tráfico de drogas».
Esta decisión se produjo después de que el presidente de Venezuela, Hugo Chavez, anunció ayer la expulsión en un plazo de 72 horas del embajador estadounidense en Caracas, en solidaridad con Bolivia, que también expulsó el miércoles al representante de Washington en La Paz.
Las sanciones del Tesoro estadounidense afectan explícitamente a dos altos funcionarios gubernamentales, Hugo Armando Carvajal Barrios (jefe de la dirección de Informaciones militares de Venezuela), Henry de Jesus Rangel Silva (jefe de la dirección de servicios de Información y prevención, DISIP) así como a un ex alto funcionario, Ramón Rodríguez Chacín, quien hasta hace algunos días era ministro de Educación y de Justicia.
Un alto funcionario estadounidense anunció por su parte que Estados Unidos estudia expulsar al embajador de Venezuela en Washington tras la decisión del presidente Chávez.
Con estas sanciones queda «congelados todos los activos que los individuos y las entidades mencionadas mantengan bajo jurisdicción estadounidense y queda prohibido a todo residente estadounidense efectuar transacciones comerciales o financieras con tales activos», indicó el Tesoro en un comunicado.