Cinco paí­ses con pena de muerte a menores


El módulo de inyección letal y otros artefactos para ejecutar la pena de muerte, ya casi están desapareciendo en el mundo, pero hay algunos paí­ses que aún la practican, incluso con menores de edad.

Cinco paí­ses, liderados por Irán, son responsables de las 32 ejecuciones de criminales menores de edad registradas desde enero de 2005, según un informe divulgado hoy por la organización estadounidense Human Rights Watch (HRW).


Irán, Pakistán, Arabia Saudita, Sudán y Yemen son los únicos paí­ses que siguen imponiendo la pena capital a menores de 18 años cuando cometieron un crimen. Estados Unidos la prohibió en 2005.

Human Rights Watch llamó a las Naciones Unidas, que realizan su Asamblea General la semana próxima, a presionar para una mayor protección de los niños.

«Estamos a solo cinco paí­ses de una prohibición completa de la pena de muerte en jóvenes», indicó Clarisa Bencomo, de HRW. «Estos pocos deberí­an abandonar esta práctica bárbara para que nunca nadie más sea ejecutado por un crimen cometido cuando era un niño».

Según la organización, Irán ejecutó a 26 de los 32 adolescentes sentenciados a muerte desde enero de 2005, dos ejecuciones fueron en Arabia Saudita, la misma cantidad en Sudán, una en Yemen y una en Pakistán, reveló la organización.

En estos paí­ses, «más de 100 jóvenes condenados esperan actualmente en el corredor de la muerte el resultado de su apelación o, en casos de asesinato, el resultado de una negociación que otorgue la clemencia contra una compensación financiera».

HRW precisó que la gran mayorí­a de los paí­ses, «incluso China y Estados Unidos» recientemente, han «ratificado o adherido a tratados» que garantizan que la pena de muerte no puede ser aplicada cuando el crimen fue cometido cuando el joven tení­a menos de 18 años.

Pero en Irán, explicó HRW, «los jueces pueden imponer la pena capital si el acusado alcanzó la mayorí­a, definida en el derecho iraní­ en 9 años para las niñas y 15 años para los varones». La organización contabilizó en este paí­s seis ejecuciones de menores en 2008.

En Arabia Saudita, donde los jueces tienen el poder discrecional de condenar a los jóvenes a la pena capital a la edad de «la pubertad o a los 15 años», dos jóvenes fueron ejecutados en 2007, uno de los cuales tení­a 15 años en el momento de la ejecución y apenas 13 cuando cometió el crimen del que era acusado.

«Su padre aseguró que las autoridades sauditas solo avisaron a la familia varios dí­as después de la ejecución y nunca entregaron el cuerpo» a la familia, aseguró HRW.

Las cosas son diferentes en Sudán y Pakistán. En ambos paí­ses el mayor problema es la ausencia de registros del nacimiento, lo que impide a los jóvenes probar que eran menores en el momento de los hechos de los que son acusados.

Más del 35% de de los nacimientos en Sudán no son registrados, y solo el 29,5% son anotados legalmente en Pakistán, que aprobó en 2000 una ley que prohí­be la pena de muerte en niños aunque hasta ahora no ha logrado aplicarla.

En Yemen, el Código Penal prevé penas máximas de 10 años de prisión para los menores de 18 años pero solo el 22% de los nacimientos son registrados y el paí­s posee pocos medios para determinar de manera fiable la edad de un niño. El último joven ejecutado, en 2007, aseguraba que tení­a 16 años y confesó su crimen bajo tortura, según HRW.