Sobre la denuncia de espionaje algunos polí­ticos dudan su veracidad


Mientras el ex presidente Vinicio Cerezo señala que fue una tonterí­a disolver el Estado Mayor Presidencial, el polí­tico y militar retirado Otto Pérez sostiene que la denuncia de espionaje telefónica es una telenovela mal montada.

En horas de la tarde del jueves 4 de septiembre, el presidente de la República, ílvaro Colom, en conferencia de prensa, anunciaba el espionaje auditivo y visual, en sus oficinas particulares en la zona 14, igualmente en las oficinas de la Primera Dama de la Nación, hecho que conmovió a la sociedad guatemalteca. Como presuntos responsables fueron señalados los secretarios, Carlos Quintanilla, de la Secretarí­a de Asuntos Administrativos y Seguridad, SAAS, y Gustavo Solano, de la Secretarí­a de Análisis Estratégico, SAE, a quienes, según el propio mandatario, se les aceptó la renuncia a sus cargos, sin embargo, hoy se habla de ser prófugos de la justicia, cuando el propio Primer Magistrado de la Nación, los tuvo a la vista en Casa Presidencial.


De acuerdo a la experiencia de militares de alto rango en situación de retiro, un ex miembro de la Junta de Gobierno del 82 y un ex presidente, el caso debe investigarse a fondo hasta determinar si existen realmente evidencias para inculparlos u proceder a su captura y procesamiento judicial.

Los supuestos delitos en que habrí­an incurrido y de acuerdo a la legislación serí­an incumplimiento de deberes, abuso de autoridad, espionaje genérico, intercepción para reproducción de comunicaciones con agravación especí­fica y revelación de secretos, o sencillamente la colocación de micrófonos y cámaras de video formaban parte de un plan estratégico de máxima seguridad para resguardar la vida y los bienes del mandatario y su esposa.

Un caso muy jalado

Según el ex ministro de la Defensa Nacional, general, Carlos Aldana, este asunto «está muy jalado», habrí­a que escuchar las versiones de los dos sindicados y no sólo la del gobernante para determinar de qué tipo de espionaje están hablando y el nivel de información codificada recabada y para que fines lo hací­an, pero decir de primas a primeras, «me espí­an» es un poco aventurado.

Explicó que, para la seguridad del Presidente, Vicepresidente y Ministros de Estado existen dos tipos de controles básicos, y la información codificada que se utiliza, debe ser autorizada por un jefe superior. Ahora bien, hay otras que por «seguridad misma se tiene que grabar todo» para saber si la información que se trabajó fue correcta, eso no sólo se hace en Guatemala, se hace en todo el mundo donde toda la información se protege para fines propiamente administrativos, de seguridad y de consulta.

En este hay que analizar muy bien la procedencia de los equipos, en qué momento los colocaron, desde cuando están allí­ y para que fueron puestos. Finalmente, el ex militar de alto rango dijo mantener su criterio sobre la formación de un Estado Mayor con formación militar, disciplinados, capacitados y leales a los gobernantes, mientras los equipos mixtos se especializan y acumulan experiencias en esta delicada misión, para que no vuelva a ocurrir un caso similar.

Una denuncia sin fundamento es peligrosa

Por su parte, el ex miembro de la Junta Militar de Gobierno de facto de 1982, coronel Francisco Gordillo, lamentó que en las escuchas o espionaje denunciado por el presidente Colom, no haya tenido fundamento o sustentación legal, sino un juicio «a priori» y eso es peligroso.

Primero, dijo el coronel Gordillo, debieron realizar una investigación profunda y veraz para determinar si hubo dolo y ya con las evidencias deducir responsabilidades.

Esta práctica se ha llevado a cabo desde hace mucho tiempo y asegura que cuando gobernaron con el general Efraí­n Rí­os Montt y el general Horacio Maldonado Schaad, fueron blanco de escuchas y vigilancia con mayor intensidad por tratarse de una situación especial.

Ahora bien, en paí­ses civilizados es normal, lo malo es que en Guatemala muchas cosas se politizan y salen del control del Estado y lo peor serí­a que la utilizaran para meterse en la vida privada de los funcionarios.

Ahora le corresponde a los órganos de investigación determinar quiénes son los responsables del espionaje; bajo las órdenes de quien actuaban; desde cuándo se inicio y cuáles eran las intenciones, añadió el coronel Gordillo Martí­nez.

Lamentablemente este hecho demuestra que la inteligencia y la seguridad está fallida, demuestra que la SAAS y la SAE, no tienen la experiencia para resguardar la vida del Presidente, Vicepresidente y Ministros de Estado. Aquí­ lo más conveniente es fortalecer estos órganos con gente con experiencia y lealtad como inteligencia militar.

Fue una tonterí­a disolver el Estado Mayor Presidencial

Espionaje es de alto riesgo y muy peligroso para la institucionalidad y frágil democracia, porque de esa forma se enteran de lo que se opina y lo que se va hacer. Es un tí­pico mecanismo para oponerse a las decisiones de alto nivel o para atentar contra cualquier funcionario, incluyendo a los más altos representantes de la Nación, o bien tergiversar o mal interpretar decisiones orillando al paí­s a una situación de alto riesgo y muy peligroso. En conclusión, dijo el ex presidente Cerezo, un Primer Magistrado de la Nación debe mantener una seguridad civil y la inteligencia militar para su propia seguridad. Haber disuelto el Estado Mayor Presidencial capacitado y eficiente fue la mayor tonterí­a polí­tica y una trampa en la que cayó uno de los presidentes anteriores.

Telenovela mal montada

«Hay muchas dudas alrededor de todo esto y todos se preguntan quiénes son los verdaderos responsables, quién desmanteló todas esas pruebas en lugar de dejar que el MP llegara a observar e iniciar las investigaciones, porque no se detuvo preventivamente a Solano y Quintanilla sino que esperaron más de 24 horas para proceder a su captura, en fin, pareciera una telenovela mal montada», reiteró el general Pérez Molina.

«Esperamos que todo se aclare», agregó el dirigente polí­tico, porque a estas alturas un «show» de esta clase no conduce a nada bueno, por el contrario, viene a contribuir a desestabilizar aún más al paí­s.

La SAAS, lamentablemente aún no se convierte en una institución seria debido a que el entonces presidente í“scar Berger la llenó de gente que le ayudó en su campaña en lugar de fortalecerla con personas capacitadas y, para terminarla «de amolar», Colom hizo lo mismo integrando a muchos guerrilleros que están con él desde que fue candidato de la URNG, concluyó Pérez Molina.