Bolivia estima cumplir sus compromisos de venta de gas natural con Brasil y Argentina y ampliar el suministro a Paraguay y Uruguay, para lo cual espera certificar sus reservas probables del energético, según la Estrategia Boliviana de Hidrocarburos (EBH) difundida hoy.
Bolivia necesita, para los próximos 20 años, «17,78 trillones de pies cúbicos de gas (498.000 millones de m3) para cubrir los compromisos de exportación actuales, los proyectos de expansión del consumo interno y de industrialización», según el documento, divulgado por el diario La Razón.
Además, necesitará otros «18,53 trillones de pies cúbicos (519.000 millones de m3) bajo la exportación de nuevos contratos» a partir de 2014.
La Estrategia Boliviana de Hidrocarburos situó las reservas de gas, las segundas de la región después de Venezuela, en 25,29 trillones de pies cúbicos (708.000 millones de metros cúbicos) de probadas y 22,03 trillones de pies cúbicos (617.000 millones de metros cúbicos) de probables.
Las reservas probadas permiten por ahora a Bolivia cumplir sus demandas internas y externas, pero si pretende llegar a nuevos mercados, entonces deberá acelerar sus inversiones para certificar los reservorios probables y desarrollar nuevos campos.
Los «nuevos contratos» que señala la EBH se refieren a la posibilidad de llegar a Paraguay y Uruguay por el Gasoducto Nordeste Argentino (GNEA), en fase de licitación a cargo de de Buenos Aires.
En el caso de los «compromisos de exportación», estos se refieren a los acuerdos que Bolivia firmó en 1997 con Brasil por 20 años y con Argentina por igual tiempo que debe comenzar a correr el 2011.
A Brasil le suministra a la fecha 31 millones de m3 diarios de gas para el mercado de Sao Paulo.
En el caso de Argentina, La Paz debe comenzar en 2011 a suministrar por el GNEA desde 14 millones de m3 hasta 27,7 millones de m3 en los 20 años que fija el acuerdo firmado en 2006 entre el presidente Evo Morales y su entonces colega argentino Néstor Kirchner.
Bolivia, sin embargo, suspendió su exportación de 1,1 millones de m3 al estado brasileño de Mato Grosso, y apenas suministra entre 1,5 y 2,5 millones de m3 a la Argentina, a quien debería estar vendiéndole 7,7 millones de m3, hasta que entre en funcionamiento el GNEA.
El gobierno boliviano ha reconocido las dificultades del país para desarrollar y explotar nuevos campos de gas, tras la nacionalización de los hidrocarburos decretada en mayo de 2006.
La Estrategia Boliviana bajó las reservas probadas y probables de gas de Bolivia de 1,36 billones de m3 de gas (48,7 trillones de pies cúbicos) a 1,32 billones de m3 (47,32 trillones de pies cúbicos), aún suficientes para satisfacer la demanda actual interna y externa y abrirse a otros mercados.
Para ello, el gobierno boliviano estima apurar las inversiones estatales y privadas para la exploración y desarrollo de nuevos campos de gas natural y certificar sus reservas probables, estimadas en 620.000 millones de m3.
El gobierno de La Paz estimó que en 2008 las inversiones estatales y privadas bordearán los 1.200 millones de dólares, aunque analistas privados señalan que las necesidades anuales deben ser de al menos 3.000 millones de dólares.