¡Al diablo con esa idea que no se puede parar la emigración! Esto lo dicen los que tampoco pueden parar la criminalidad.
Este Gobierno ha demostrado ser demasiado inepto, ya lo dije una vez, y lo diré una vez más; está bien que no supieran el manejo de las cosas al principio, porque no habían gobernado antes, pero no tener la habilidad de aprender no tiene justificación. Ya es suficiente. Si no saben nada de este menester, busquen el apoyo de alguien que sepa o de los gobiernos de México, Centro y Latinoamérica para que unidos se enfrenten a esta ola de racistas antiemigrante en el poder en estos días en este país. Los americanos escuchan cuando miran la unidad en los países donde pueden conseguir un voto en las Naciones Unidas cuando más lo necesiten, si no escuchan hay que recordarles que nuestros países no estarán ahí cuando ellos más nos necesiten. Lo peor que puede hacer el gobierno de Guatemala es buscar el apoyo de los líderes comunitarios o emigrantes en los Estados Unidos, porque están en el mismo barco que ellos. No saben si van o vienen en asuntos que concierne a los gobiernos en temas de migración. Los fondos los pueden estimular, pero los que deben de beneficiarse de los logros del trabajo nunca verán los beneficios, nada. Yo soy un líder comunitario aquí y sé cómo se trabaja, no hay organización, la envidia reina, exactamente como en Guatemala en los niveles políticos, y si hay fondos para desperdiciar otorgados por el Gobierno, se trabaja sin garantizar resultados porque no saben que hacer. Muy poquita ayuda llega generada por el esfuerzo nuestro aquí, primero porque el gobierno de Guatemala tiene la audacia de cobrar impuestos a la ayuda que llega y segundo porque la política los ha absorbido demasiado.
Si desean beneficiar a los emigrantes, si aprecian lo que nuestras remesas hacen por el país, eso es lo primero que deben de hacer, no cobrar impuestos a la ayuda comprobada que llegue desde el extranjero.
Ahora, el primer paso efectivo para parar la emigración, es la comunicación en los pueblos, aldeas y caseríos de Guatemala, decirle a la gente la realidad con ejemplos, para que no piensen que es solo envidia y terminen empeñando, vendiendo o cambiando con los coyotes inmorales sus propiedades por el viaje que nunca se cumplirá. No es broma, la llegada puede ser posible, muy difícil pero no imposible, lo difícil es trabajar, transportase, ya que no dan licencias de manejar ni permisos de trabajo a menos que se tengan los papeles. Yo suplico, a estas autoridades responsables de los pueblos y la capital, para que hagan lo correcto, talvez en el futuro las cosas cambien y otra cosa será. He elaborado un sistema para que las alcaldías municipales y auxiliares así como el gobierno central puedan usar para hacer creíble lo que se le diga a la gente. La situación es caótica, no hay oportunidad de recuperar los centavos que se gastan y la familia no puede estar separada sin que el esfuerzo que se hace no produzca resultados positivos. La posibilidad de perder la vida en el desierto y en las montañas es real, en manos de los rancheros o por ataques de víboras de cascabel que viven entre los arbustos de los caminos angostos en que se viaja a pie, o se duerme en el trayecto.