Técnicos de desinformación


No hay duda que en lo único que se lleva un Cien el gobierno es en desinformación. Cuando la situación estaba que reventaba por las denuncias de corrupción a diestra y siniestra y ya era algo asfixiante, salen con el famoso caso de espionaje y presentan unos aparatitos a la Prensa para desviar la atención. Se da cuenta de que si fuera cierto tal cosa no los hubieran quitado para que un técnico iniciara la investigación.

Guillermo Castañeda Lee, Ced. R-19 No. 997, Teculután, Zacapa

La Prensa investigativa debe tomar en cuenta lo que dijo Colom de que se filtraban noticias de lo que se trataba en Casa Presidencial. Con solo revisar qué noticias publicadas que no fueron dadas a conocer públicamente, se podrí­a saber a qué se refiere. Yo más creo que la mayorí­a de lo que él dice, no lo dio a conocer la Prensa de manera oficial, sino que fue opinión de los lectores de todo lo que se comenta en la calle.

Entre los principios que se usan para la desinformación está el de que la información debe ser dada por un neófito en el tema, para que en lugar de aclarar, el reportero salga confundido y con más dudas, siendo que tampoco los errores pueden ser rebatidos por un técnico, pues el que da la noticia no conoce el tema de lo que está informando.

Si se da cuenta, los dos o tres últimos casos de alto impacto las declaraciones no las ha dado un técnico, como fue el del accidente del Ministro de Gobernación y el actual de los micrófonos y las cámaras, por lo que si un reportero se querí­a barrer, quedarí­a mejor en hacer una pregunta tonta, para que le dieran una respuesta tonta.

En el caso de la captura de Manolito el primero que dio declaraciones fue el de la Policí­a, pero cometió error con decir la verdad, pues dijo que la señora con el niño en brazos les abrió y los pasó adelante. Después un funcionario mentiroso dijo que habí­a usado al niño de parapeto.

A propósito del accidente del Ministro de Gobernación, primera vez que tardan tanto los resultados de la investigación y también por primera vez un fiscal dice que va a decidir qué instrumentos enví­a al laboratorio, cuando eso lo debiera decidir un experto de accidentes de aviación.