El presunto líder de una banda de secuestradores que asesinó al hijo de un acaudalado empresario, un hecho que conmovió a México, fue detenido en un hospital y es un ex policía que aparentaba ser una persona adinerada y no se descarta una relación con la familia de la víctima.
Sergio Humberto Ortiz, 63 años y ex integrante de la Dirección de Investigación para la Prevención de la Delincuencia, organismo policial que operó en los años «80, es señalado por la Procuraduría de la Ciudad de México como el presunto líder de la banda de secuestradores conocida como «La Flor».
«La procuraduría (de la Ciudad de México) cuenta con la detención material de los principales operadores de esta peligrosa banda de secuestradores y además con información que nos puede llevar a realizar más detenciones en los próximos días», dijo Miguel Angel Mancera, procurador de la Ciudad de México,
Junto con Ortiz fue detenida una mujer y tres individuos más, señalados como responsables de la logística para el secuestro, que incluyó el uso de un falso retén policíal donde fue interceptado el auto en que viajaba, junto con sus guardaespaldas, Fernando Martí, de 14 años e hijo de un acaudalado empresario.
El procurador precisó que una de las hipótesis de cómo se preparó el secuestro tiene que ver con la habilidad del líder de la banda y de algunos de sus miembros de hacerse pasar por personas con poder económico para poder mezclarse en los altos círculos sociales mexicanos.
Ortiz y sus cómplices «se muestran como una familia acaudalada, se muestran como una familia que puede penetrar en las esferas altas de la sociedad», dijo Mancera en entrevista con la cadena Televisa.
Consultado sobre si Ortiz pudo haber establecido contacto con la familia Martí, el procurador respondió que «tenemos la idea de que ahí es precisamente donde el viene el punto de encuentro» para elegir al joven Fernando como su víctima y secuestralo en junio pasado.
A pesar de que su familia pagó un rescate de 500.000 dólares para que los plagiarios lo liberaran, Fernando Martí fue asesinado y su cuerpo fue encontrado en un automóvil robado el pasado 1 de agosto.
El modus operandi de la banda de «La Flor», explicó Mancera, era «penetrar hacia los círculos sociales, conocer, estudiar después hacer una vigilancia de cómo es que se mueve» la potencial víctima.
Sobre si los familia Martí ha reconocido a Ortiz como una persona con la que hubieran convivido, el procurador indicó que «hay algún recuerdo en la mente (de los familiares), debemos mostrarles más fotografías».
Ortiz no ha declarado ante las autoridades ya que se encuentra hospitalizado luego de que hace un mes fue víctima de un supuesto intento de homicidio con arma de fuego y su estado de salud aún se reporta como «grave» ya que incluso requiere de un respirador artificial.
El procurador detalló que al ser notificadas las autoridades del ataque contra Ortiz, se realizaron investigaciones y a través de denuncias se empezó a fortalecer la línea de investigación de que se presuntamente se trata del líder de la banda de secuestradores.
El intento de homicidio contra Ortiz fue producto, según el procurador, de «un desencuentro de la banda» de secuestradores, cuyas pugnas, según las primeras indagatorias, también habrían motivado el asesinato del joven Martí pese a que ya se había pagado el rescate.
Otros dos policías fueron detenidos a principios de agosto por su eventual vinculación con la banda «La Flor».
La muerte de este joven provocó una ola de indignación en México que el pasado 30 de agosto se tradujo en la realización de una manifestación en la que participaron más de 200.000 personas en la capital y miles más en otras ciudades.
Según cifras oficiales, en México se registraron 323 secuestros de enero a julio de 2008, si bien organizaciones de la sociedad civil aseguran que son 438.
Estos grupos consideran que sólo se denuncia uno de cada tres secuestros.