¿Será verdad tanta belleza?


Algunos buses del transporte urbano colectivo llevan un aviso bastante visible. Llama poderosamente la atención el texto, del todo incierto. Es capaz la coyuntura de repetir de nuevo la interrogante que ahí­ se expresa. Por cuanto la experiencia señala que esto anda lejos de ser así­. Dice lo siguiente: Amigo de la Tercera Edad, bienvenido a este bus, el pasaje para usted es gratis.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Me propongo desglosar, el texto en mención, con ánimo de aclarar la situación. Voy por partes, puesto que lo amerita el caso. El tratamiento de amigo, dista de ser realidad recí­proca. De parte de los miembros de la

tercera edad llevan tal intencionalidad, no asi de los pilotos y su grupo de alabarderos frenéticos.

Todos los miembros de la tripulación consideran al usuario adulto mayor un adversario, a quien le

llevan tirria. El comportamiento para ellos salta a la vista, similar a sobrehueso. En la menor de las ocasiones hacen esfuerzos compulsivos para disimular aquel desagrado considerable en intensidad.

Precisa dar a conocer el hecho que por ser de la tercera edad tienen pasaporte general, tampoco permite el pase franco, así­ por así­. El adulto mayor para gozar de esa prerrogativa debe previamente llenar los requisitos establecidos y llevar consigo el carné emitido por Gobernación Departamental.

Conviene destacar plenamente algo, a efecto de no pasar un mal rato. La generalización equivalente a ampliar la cobertura y la consiguiente prerrogativa pone lí­mite al citado mecanismo. Por lo mismo, obviamente quienes carecen del carné no tienen ese derecho consistente en abordar el bus tranquilos y seguros.

Además, la expresión de bienvenidos es mera letra muerta, sin excusa ni pretexto. Los hechos, gestos y hasta modales de los pilotos, con el apoyo irrestricto de los «brochas y similares» sacan a luz lo contrario. Hasta palabras de grueso calibre profieren cada vez que los de la tercera edad suben al bus.

A la cola refiere que para usted (adulto mayor) es gratis. Ello se sobreentiende, no están descubriendo el agua azucarada. Una disposición no antojadiza, sino que enmarcada en lo legal, sirve de basamento al mecanismo y tantas veces aludido, que funciona cuando les da la gana a los pilotos.

Formulo votos que en lo sucesivo las cosas marchen bien, con solo acatar el mandato de parte de los choferes. Deben reconocer y cumplir con la majestad de la ley. Esto evitará de aquí­ en adelante el verdadero calvario que pasan a diario los adultos mayores de escasos recursos monetarios.

Ojala, en otros términos, el aviso que motiva estos renglones coadyuve al mejor y mayor entendimiento entre las partes, en la lí­nea adecuada y legal. Existe tendencia manifiesta en pasarse por encima de las leyes, no dándole el debido acatamiento, o simplemente también por que embarga su interior un capricho.

De ser funcionales las regulaciones precisas en torno al asunto de mérito, depondré entonces la validez incierta de la interrogante que sirve de encabezamiento al presente artí­culo de: ¿Será verdad tanta belleza? Vendrá a ser satisfactorio a tí­tulo personal constatar algo que se merecen los adultos mayores, sin duda ni análisis.

Paí­ses avanzados dan muestra cómo a las personas de la tercera edad se les brinda tratamiento especial, dándoles gratis este servicio y otras prerrogativas. Entre ellas descuentos en medicinas y tratamiento médico, aparte en todas las compras, admisión libre en eventos diversos. Retribuirles de esa manera su esfuerzo del ayer en beneficio colectivo.