La ex estrella de Holywood Arnold Schwarzenegger ganó ayer con un apoyo espectacular un segundo periodo en la gobernación de California, al oeste de Estados Unidos, donde le dio a los republicanos una de las pocas alegrías de una noche en la que los demócratas arrollaron.
Schwarzenegger, de 59 años, derrotó con alrededor de 63% de los votos a su rival demócrata Phil Angelides que contó con 32% de apoyo, repitiendo la hazaña de 2003 cuando sorprendió al mundo ganándose la gobernación del estado más poblado y más rico de Estados Unidos, que era también un bastión demócrata.
«Qué noche más fantástica. Me encantan las secuelas, yo puedo decir eso. Pero esta es mi secuela favorita», dijo la ex estrella de «Terminator» ante cientos de seguidores y rodeado por su esposa Maria Schriver y sus cuatro hijos en el hotel Hilton de Beverly Hills, oeste de Los íngeles.
«Qué gran noche y qué gran victoria para el pueblo de California. Una vez más depositaron su confianza en mí, y les digo: Voy a proteger sus valores y voy a proteger sus sueños», recalcó el musculoso actor.
El Gobernador ofreció un especial agradecimiento a su familia, porque «en política» es siempre lo que más se sacrifica, dijo mirando a los ojos de su esposa, sobrina del ex presidente demócrata John F. Kennedy.
«No existen palabras que puedan expresar la gratitud que le debo a mi fan número uno, mi mayor apoyo. Yo sé que no hubiera podido ganar sin su ayuda», subrayó Schwarzenegger, quien con esta victoria cerró un ciclo de impresionante metamorfosis que inició hace un año al sufrir un revés en una consulta popular.
Según analistas consultados el triunfo de Schwarzenegger obedeció al giro hacia posturas políticas de centro e incluso liberales que asumió en asuntos sociales claves para California, como el aborto, la investigación de células madres, el matrimonio homosexual y la protección del ambiente.
Pero la carrera política meteórica que se ha anotado Schwarzenegger no podrá continuar hacia puestos más altos en las administraciones del país -como Ronald Reagan, por ejemplo-, porque la Constitución limita a los nacidos en el extranjero, como este austríaco de nacimiento.
Mientras Schwarzenegger celebraba a lo grande anoche, su partido republicano lamentaba un revés a nivel nacional, cuando los resultados preliminares indicaban que al menos seis gobernaciones pasaron al partido demócrata, que también controlará la Cámara de Representantes.
«Los estadounidenses fueron muy claros: es necesario un cambio de dirección en Irak. Continuar (con la política actual) no ha hecho a nuestro país más seguro, no ha honrado nuestro compromiso con nuestros soldados y no ha reforzado la estabilidad en la región», dijo Nancy Pelosi, representante por California que será la primera mujer en la historia en presidir la Cámara.
Según los resultados preliminares, los demócratas se quedaron con los puestos que ocupaban los gobernadores republicanos en Nueva York (noreste), Ohio (norte), Maryland (este), Arkansas (centro), Colorado (oeste) y en Massachusetts (noreste), donde Deval Patrick se convirtió en el segundo gobernador negro en la historia de Estados Unidos.
Con estos seis triunfos los demócratas detentarían la mayoría de las 50 gobernaciones en Estados Unidos por primera vez en 12 años, según las proyecciones.
En Arizona y Nuevo México (suroeste de EE.UU.), donde el tema de la migración fue clave en las campañas por gobernación y legislativas, los gobernadores demócratas, Janet Napolitano y Bill Richardson, respectivamente, fueron reelectos cómodamente.
Todavía se desconoce el resultado en Texas (sur) y en Florida (sudeste), feudos de la familia Bush, donde los demócratas parecieran no contar con posibilidades de ganar. En Florida, donde el hermano del Presidente, Jeb Bush, deja la gobernación tras dos periodos, el candidato republicano aventaja por entre seis a dos puntos al demócrata en los sondeos.